tag:blogger.com,1999:blog-48180824212668652512024-03-14T03:07:43.005-07:00MiTabor7Es una verdadera alegría, y después de haberlo meditado largo tiempo, poder Señor, hablarte desde aquí y además, compartirlo con todos aquell@s que quieran acompañarmeUnknownnoreply@blogger.comBlogger196125tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-14463030183710369002018-12-02T05:23:00.003-08:002018-12-02T05:23:34.712-08:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQVCGzUhKkrxbIb4Joimu-csSZV9d1pEytWNbiH6uAem_pPw-a35-veVpgOuDSneSwpzqy5D_uUcjG-TNSqTZ3WGW18RL90OpjqaGC2dty7x1vnK03B_5KufyshwsRWfzA9HSr7Gg03Mdp/s1600/Adviento3%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="417" data-original-width="556" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQVCGzUhKkrxbIb4Joimu-csSZV9d1pEytWNbiH6uAem_pPw-a35-veVpgOuDSneSwpzqy5D_uUcjG-TNSqTZ3WGW18RL90OpjqaGC2dty7x1vnK03B_5KufyshwsRWfzA9HSr7Gg03Mdp/s320/Adviento3%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<div dir="auto" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estimad@s amig@s de MiTabor7:</span></div>
<div dir="auto" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Después de tres años, todo un ciclo litúrgico completo, compartido con vosotro/as. Llega mi tiempo de desierto. No es un adiós sino un tiempo (este año que comenzamos) que dedicaré a la reflexión y silencio necesarios para poder seguir compartiendo de forma renovada, podría decir que será un Adviento un poco más extenso. El desierto es necesario para renovarse y crecer por dentro, para escuchar con más claridad la voz del Dios vivo que llevamos dentro.</span></div>
<div dir="auto" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No quiero despedirme sin dar gracias a Dios por vuestra compañía/lectura incondicional de mis reflexiones a lo largo de este tiempo.</span></div>
<div dir="auto" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Que Dios os bendiga. Nos reencontraremos de nuevo al final del desierto.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-61195975752272819882018-11-23T14:37:00.001-08:002018-11-23T14:37:12.902-08:00Un reino más allá de este mundo (Jn 18, 33-37)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-6x5wQ0CtKk4u6YiFhyD0PCRDmmqv8SwF-HNhMV-ZoE8Fj1QyJw2lS-6bRzUwwegVzHj2Hi4ADxyatbSX4mpa0JmYHUsaDyK9R0Bl8CtDqxv4q59IzEQfZD6AMiihjloVrvSH0hYem8KO/s1600/Rey+de+los+jud%25C3%25ADos.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="319" data-original-width="622" height="164" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi-6x5wQ0CtKk4u6YiFhyD0PCRDmmqv8SwF-HNhMV-ZoE8Fj1QyJw2lS-6bRzUwwegVzHj2Hi4ADxyatbSX4mpa0JmYHUsaDyK9R0Bl8CtDqxv4q59IzEQfZD6AMiihjloVrvSH0hYem8KO/s320/Rey+de+los+jud%25C3%25ADos.png" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Eres
tú el rey de los judíos?”; “¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de
mí?”</i></b>. ¿Qué decimos de los demás? ¿Hasta dónde damos credibilidad a lo
que otros nos cuentan de algunas personas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A veces
me da la sensación de que nuestra comunidad está llena de cristianos de papel
(cristianos que están registrados en los libros parroquiales y en partidas de
bautismo, registrados en papeles pero sin vivir ni practicar los valores del
reino predicado por Jesús); cristianos que tienen sus nombres registrados en la
Iglesia, pero no su corazón. Creen por lo que otros les han contado, viven de
historias y tradiciones sin haberlas meditado y digerido ellos primero. Y por
eso, a la primera de cambios, nos vemos solos en las comunidades, gastando
nuestros esfuerzos en atraerlos de nuevo a la comunidad en la que “nunca han
estado”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Mi
reino no es de este mundo”</i></b>. Efectivamente, a Jesús no le interesa ser
rey de este mundo como los reyes que gobiernan cosas y personas. El no quiere
reinar en un mundo donde la violencia, la avaricia, el sin sentido y la
cerrazón destruyen a las personas y ensucian el nombre de Dios. Él cree que
otro reino es posible, un reino en el que las riquezas sean los valores
universales<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que nos ayuden a convivir en
paz, un reino donde Dios, el Dios de la verdad, el creador de todo el universo
que no discrimina razas, lenguas, religiones o peculiaridades de cualquier otra
índole, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sea el Padre de todos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Yo
para eso he nacido…para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad,
escucha mi voz”</i></b>. Señor, qué difícil es aceptar y llegar a entender que
tu voz resuena estos días en tantas cosas que deshacemos. Que tu voz es el grito
desgarrador de un Padre dolido. Que tu grito es el de tantos inocentes que ven
sus vidas truncadas (sean de dónde sean y de la religión que sean)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por las muerte injusta en manos de radicales
que llevan tu nombre en los labios, ensuciándolo heréticamente, cuando con sus
manos destruyen la vida que Tú has creado; o víctimas de aquellos que se guían
por políticas de destrucción. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Naciste
para ser testigo de la verdad y hoy estás más vivo que nunca, renaces en cada acto
injusto, en cada palabra que ensucia tu nombre, en cada vida que cierra los
ojos para encontrarse contigo como hijos pródigos que se marchan de este mundo
porque otros les han echado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Vergüenza
me da sentarme delante del televisor y escuchar, y contemplar tanta barbarie, y
tanto comentario inútil de políticos-diplomáticos que no resuelven nada porque
no te ven, porque no te escuchan, porque no creen que estés hablando-gritando
en las calamidades de nuestra sociedad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si
de verdad no aceptáramos más rey que Tú, si de verdad creyéramos que eres el
único Señor del universo no pasarían estás cosas. En tu cruz clavaron un
letrero que rezaba así: “Este es Jesús el rey de los judíos”. Ojala entendamos
que tu sufrimiento en la cruz no fue para adorarlo sino que precisamente Tú
sufriste para que se acabara el sufrimiento de este mundo, para que lucháramos
por abolir tanto sufrimiento inútil y no para contemplarlo impasiblemente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Te
ruego y acudo a Ti, e invito a mis lectores a que te miren con confianza para
saber descubrir la Verdad, para encontrar la luz que nos falta cuando perdemos
la razón, cuando te perdemos de vista.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-60013883394748864692018-11-17T11:35:00.002-08:002018-11-17T11:35:30.744-08:00"Mis palabras no pasarán" (Mc 13, 24-32)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg0ZHnx78-UM3OS9gL-tU-MZHxTWE_XQEzNvjCJsVC5RpkkM_LY1BQ3Dl1wVCno8nIuzzzrEw23Bb0jbGoFea3ApK3JxwcqQt-evqaspSmuUeSDMP_NrxaTlOoaaSG4RlB6f9AcnLAcHWc/s1600/Parus%25C3%25ADa.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="229" data-original-width="302" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhg0ZHnx78-UM3OS9gL-tU-MZHxTWE_XQEzNvjCJsVC5RpkkM_LY1BQ3Dl1wVCno8nIuzzzrEw23Bb0jbGoFea3ApK3JxwcqQt-evqaspSmuUeSDMP_NrxaTlOoaaSG4RlB6f9AcnLAcHWc/s320/Parus%25C3%25ADa.png" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estos
signos de los que nos habla proféticamente el evangelista Marcos son herencia
veterotestamentaria del profeta Daniel. Los judíos entendían perfectamente este
lenguaje profético-apocalíptico, aunque para nosotros hoy sea difícil de
entender. Todos esos signos tan sorprendentes anuncian cambios definitivos,
cambios profundamente importantes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para
los judíos y las primeras comunidades cristianas, los gobernantes de las
naciones de aquel tiempo eran fieras, eran bestias (así lo refleja el profeta
Daniel y lo recuperan los evangelios); bestias que no tenían compasión de los
más pequeños ya que no gobernaban sino que abusaban. Pero la llegada de Jesús
pone rostro bondadoso y cualidades humanas al verdadero rey del universo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estos
cambios, estas señales tan alarmantes, no han de asustarnos sino todo lo contrario,
debemos estar preparados; tenemos que cuidar ese amor a Dios cada día, porque
esa es la manera de estar con Él. El amor entre Dios y los hombres no ha de ser
intermitente sino que ha de ser una relación eterna, cuidada y mimada a cada
instante. Si esto es así, cuando llegue el momento, podremos mirar a Dios,
debemos mirarlo y alzar la cabeza con dignidad y sin miedo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A lo
que quiere animarnos este evangelio es a estar vigilantes, a actuar siempre de
corazón, a no esperar para hacer el bien y actuar como verdaderos cristianos.
Este evangelio nos invita a velar por la autenticidad en nuestro día a día y no
solo cuando veamos las cosas oscuras o que llegan a su fin. Porque el
cristianismo, el seguimiento de Jesús, no ha de ser de momentos (exclusivamente
en ciertos tiempos litúrgicos porque son los que más nos gustan…), ni de
refugio ante la desesperación o el ocaso de una vida, sino que ha de ser un
estilo que marque nuestra trayectoria vital, porque no sabemos ni el día ni la
hora en el que nos reuniremos con Cristo, y para ello tendremos que estar
preparados. Esa preparación no es cosa de dos días, ni ha de ser apresurada o
por la imposición de un sacramento, el de la unción, en los últimos minutos de
existencia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante
mucho tiempo se ha entendido el estar en vela y vigilantes como el mantener una
excesiva tensión y preocupación por cada acto, considerando todo aquello que se
salía de unas normas casi espartanas, dictadas como preceptos por la Iglesia,
como pecados (muchos de ellos mortales) que te llevarían al infierno. Todo esto
no era otra cosa que losas difíciles de llevar que evitaban vivir con naturalidad
y respirar libremente como hijos de Dios, viviendo continuamente amargados y
amargando a los de tu alrededor sin la alegría que ha de caracterizar al
cristiano.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ese
estar en vela significa no cerrar los ojos antes las situaciones que claman
justicia y necesitan de nosotros. Es cierto, los cristianos no somos perfectos
pero debemos intentar superarnos constantemente, eso no nos lo pueden exigir y
quién lo haga es simplemente porque no es capaz de mirarse y ver que, con esa
exigencia a los demás, está evitando ser responsable de lo que pasa a su
alrededor, asignando la salvación-bondad del mundo a los demás; los cristianos
no tenemos la exclusiva ni la absoluta responsabilidad de aniquilar el mal en
el mundo, pero si sabemos que hemos de hacer algo y lo intentamos. Esa es la
razón por la que nos preparamos para acoger a Dios en nuestras vidas cada día,
siendo conscientes de nuestras debilidades y caídas pero también con afán de
superación y deseos de más Dios en el mundo.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-56842081637645502352018-11-09T14:49:00.001-08:002018-11-09T14:49:21.008-08:00Predicar y dar ejemplo (Mc 12, 38-44)<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Calibri;"><span style="font-family: Times New Roman;"></span></span></div>
<span style="font-family: Calibri;"><div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUEte3xsJEVKe9Pfj5-TumU80npn_aO6ZL1_Ugvy5woz6AdrVF0-CPx0bnwLs3fEIH-qSXke0PfULUJ-klFWfVHU9Quebo0QW3JP6PTaAbHW-dhQ8CgPeKcU8fJzz7sdAwgFHknGn3ufTE/s1600/La+viuda+en+el+templo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-family: Times New Roman;"><img border="0" data-original-height="253" data-original-width="480" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjUEte3xsJEVKe9Pfj5-TumU80npn_aO6ZL1_Ugvy5woz6AdrVF0-CPx0bnwLs3fEIH-qSXke0PfULUJ-klFWfVHU9Quebo0QW3JP6PTaAbHW-dhQ8CgPeKcU8fJzz7sdAwgFHknGn3ufTE/s320/La+viuda+en+el+templo.jpg" width="320" /></span></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Añadir leyenda</td></tr>
</tbody></table>
</div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><strong><em>“¡Cuidado
con los letrados! Les encanta pasearse y que les hagan reverencias…; Y devoran
los bienes de las viudas”</em></strong>. La Palabra siempre tan oportuna, siempre
tan…viva. Este domingo Jesús nos avisa del cuidado que hay que tener con los
letrados (la gente de altas posiciones y cargos importantes); “No es oro todo
lo que reluce”, la corrupción está donde menos se espera. Roban a las viudas y
los pobres con pretexto de largas oraciones y “pasaportes” directos hacia el
cielo. Se lucran a costa de la buena voluntad y la confianza de la gente
humilde.</span></div>
</span><div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
no critica en esta ocasión la actitud corrupta de alguno/s dirigentes religiosos
sino más bien la corrupción institucional de una autoridad, una clase social
(la vinculada con el cuidado y representación del Templo), que se ha convertido
en objeto de reverencia y sumisión, más por miedo a lo que representan que por
convicción, de aquellos que se saben fieles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
fácil creerse, a fuerza de repetirlo, que todo lo que se dice y hace es así
porque Dios lo quiere y desea. Esto ha pasado mucho en la historia de la
humanidad, incluso hemos justificado (seguimos haciéndolo) muertes humanas en
nombre de Dios absolutamente convencidos de ello. Jesús veía cómo la clase
sacerdotal asumía y se otorgaba unas funciones que se extralimitaban de lo
humano pero que, a la misma vez, se apoyaban en la misma humanidad para
provecho propio; conocía cómo a costa de los pocos dineros de pobres y viudas
se llenaban las arcas y las mesas del templo para comilonas y demás fastos.
Esta corrupción del poder estaba tan asumida por el pueblo que era difícil de limpiar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Solo
hay una manera que genera aún más autoridad que la que ejercían los letrados,
la autoridad de la extrema coherencia de aquellas personas que han sabido dar
de lo que tienen sin tener demasiado, compartir aquello que no les sobra y
representar a Dios mediante un carisma llamado “amor sin condiciones”. Esa era
la autoridad que brotaba de las palabras y hechos de Jesús, y por eso mismo se
ganó la muerte de manos de aquellos que no podían hacer otra cosa que buscar la
manera de exterminarlo, porque cuando ya no hay más argumentos ni más medios
para justificar el abuso, aparece la violencia más atroz. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Se
acercó una viuda pobre y echó dos reales”</i></b>. No hemos cambiado tanto desde
que Jesús les “pone las pilas” a los letrados y sacerdotes de su tiempo. El
dinero que echó la viuda en el cestillo del templo con toda humildad y
sacrificio, ya que a ella no le sobraba nada, se quedó para las abundantes
comidas de los jefes de las sinagogas. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y
para nosotros queda el intentar dar razón de estas cosas, educar a los que ven
y oyen esto y les hace retroceder, cuando no apartarse del todo de la
comunidad. Como bien dice en otra ocasión Jesús: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Aquel que escandalizara a uno de estos pequeños, más le valdría
colgase una rueda de molino al cuello y echarse al mar” </i>(Mt 18,6). </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-60079374924356131462018-11-03T15:12:00.001-07:002018-11-03T15:12:11.449-07:00Lo primero de lo primero (Mc 12, 28-34)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ8rmO2PvvvzxKl6cRUuGOYLqdjKWTc2JpfVSTo8sz4woHms_YPP4DotN7O14qD-_znYvBAw3dU9Usyw1JAVYNN55XiJyMR7AEw5iB03fxuo7yoYFkZiK4FNehA4EHDv-i1z43t8rV4pWR/s1600/amarse+para+amar.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="185" data-original-width="532" height="111" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQ8rmO2PvvvzxKl6cRUuGOYLqdjKWTc2JpfVSTo8sz4woHms_YPP4DotN7O14qD-_znYvBAw3dU9Usyw1JAVYNN55XiJyMR7AEw5iB03fxuo7yoYFkZiK4FNehA4EHDv-i1z43t8rV4pWR/s320/amarse+para+amar.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quiero
romper una lanza a favor de los escribas, fariseos, saduceos y toda la clase
contraria a Jesús de Nazaret. Gracias a ellos Jesús nos dio, nos sigue dando,
lecciones de vida que jamás se han vuelto a dar ni vivir con tal intensidad.
Gracias a las constantes provocaciones de esta clase social (la del Templo)
tenemos encarnada y vivida hasta el extremo la Ley de la Vida, el Amor <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(Disculpad esta ironía).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Qué
mandamiento es el primero de todos?</i></b> Una vez más Jesús, sin rechazar la
ley, reinterpreta, renueva y supera toda ley humana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Amar
al Señor es relativamente “fácil”; amar-adorar a Dios sólo requiere de
prácticas (la mayoría externas) que no implican demasiado a la persona sino más
bien al culto vacío y superficial. En tiempos de Jesús cumplir la ley del Templo
era primordial para demostrar el amor a Dios. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
sabe que lo verdaderamente puro es lo que sale de dentro del hombre, del
corazón. Y no hay nada que pueda salir y que podamos ofrecer con garantías de
autenticidad, si antes no ha sido asumido y querido por nosotros mismos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Amar
a Dios… ¿Qué es amar a Dios? ¿Quién es y en qué está Dios? ¿Qué implica amar a Dios?
Jesús está harto de ver cómo los que más amaban a Dios a los ojos del pueblo,
los que más <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“cumplían”</b> la ley eran
los que menos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vivían</b> el primer
mandamiento. Porque uno no puede amar a Dios si no ama a la persona, si no
reconoce en la persona la mano creadora de Dios; porque si no se reconoce en
uno mismo y en el otro la obra más perfecta de Dios, no se ama a Dios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Amarás
a tu prójimo como a ti mismo”.</i></b> Es difícil amar a los demás si uno no se
ama a sí mismo. No, no estoy hablando de practicar el hedonismo que pone a la
persona como centro de todo. No me refiero a un mero antropocentrismo vacío sino
a algo mucho más profundo que casi está llegando a ser una pandemia moderna; el
rechazo y la no aceptación de uno mismo, el no gustarnos a nosotros mismos, no
estar convencidos de quién somos o cómo somos. No descubrirnos como don de Dios
al servicio de los demás es el principio de la ruptura del primer mandamiento. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
amor de Dios ha de nacer desde lo más íntimo de cada ser creado por Él.
Amándonos, cuidándonos, aceptándonos, descubriéndonos como hijos suyos…
podremos amarle a Él y, por consiguiente, podremos irradiar y ofrecer amor
hacia los demás. Porque nadie puede dar lo que aún no tiene.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-44660314627589112912018-10-27T04:01:00.003-07:002018-10-27T04:01:29.011-07:00Cegueras voluntarias (Mc 10, 46-52)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg05ydQbf9GIEJ7GOdiXz3xxp-H3Lw_vJWNgDBwgheIR37M0oNV1yxmTZSBanUsxoubPMzW9D5nqpuitWdV1bqgk0NcPi5QjuxJnoctU6Gs3V6Tx0c82lWaqkCtIsqBiKnIrGw6_qcyTwo0/s1600/ceguera+voluntaria.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="228" data-original-width="300" height="243" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg05ydQbf9GIEJ7GOdiXz3xxp-H3Lw_vJWNgDBwgheIR37M0oNV1yxmTZSBanUsxoubPMzW9D5nqpuitWdV1bqgk0NcPi5QjuxJnoctU6Gs3V6Tx0c82lWaqkCtIsqBiKnIrGw6_qcyTwo0/s320/ceguera+voluntaria.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Al
salir Jesús de Jericó…”</i></b>. Jesús ya está cerca de la ciudad de Jerusalén;
le sigue mucha gente. En Jericó Jesús va “despidiéndose” de muchos pueblos y
gentes porque sabe que no volverá después de pisar Jerusalén, el mensaje de su
enseñanza es claro y sus signos firmes y determinantes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
ciego Bartimeo… al oír que era Jesús Nazareno, empezó a gritar”</i></b>. En el
relato se nos dan datos precisos de este ciego, Bartimeo hijo de Timeo; esto
quiere decir que tanto el padre como el hijo eran conocidos y, seguramente,
pertenecían a la primera comunidad cristiana (por tanto el seguimiento de
Bartimeo, que vemos al final del relato, fue consecuente hasta el final).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Está
claro que este ciego demostró valentía y una fe clara en Jesús. Un enfermo en
tiempos de Jesús sufría aislamiento, discriminación y cargaba con el pesado
lastre de ser acusado de pecador, porque la enfermedad se consideraba un
castigo de Dios. Si a esto le unimos que Bartimeo sufría ceguera, su
dependencia de los demás era aún mayor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Hijo
de David, ten compasión de mi”</i></b>. Este grito no fue un grito cualquiera,
era una llamada desesperada pero esperanzada hacia alguien a quién ya reconocía
como Mesías. Es toda una profesión de fe gritada a los cuatro vientos.
Seguramente la inmensa mayoría de la gente que seguía a Jesús por el camino
tenía sus dudas y reparos respecto a Él, aunque lo estuvieran viendo con sus
propios ojos. Sin embargo, es un ciego e impedido el que da el gran y valiente
paso de reconocer en Jesús al esperado. Jesús no pasa de largo, oye entre la
multitud las voces que le llaman con fe. Jesús se compadece y no deja escapar ese
ejemplo de fe pública.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hemos
visto como en domingos anteriores la Palabra, el evangelista Marcos, nos
presentaba a personajes y situaciones (el joven rico o los discípulos Santiago
y Juan y su atrevida petición); ejemplos claros de rechazo de las propuestas de
Jesús y de búsqueda interesada. Sin embargo, Bartimeo representa todo lo
contrario; un reconocer en Jesús alguien más allá de lo simplemente visible y la
búsqueda de su compasión y aceptación, para posteriormente seguirle con alegría
y fidelidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Muchos
le regañaron para que callara…”; “Ánimo levántate que te llama”</i></b>. ¡Qué
difíciles y contradictorios somos los humanos muchas veces! ¿Verdad? Por un
lado le mandan callar y le regañan por el escándalo y lo que proclamaban sus palabras
pero, de inmediato, cambian de posición y le animan a que se levante y se
acerque a Jesús porque este lo llama.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A
veces somos oportunistas, tenemos poca personalidad y no sabemos discernir por
nosotros mismos lo importante de las situaciones, o simplemente no nos
atrevemos por “el qué dirán”. Somos cambiantes y eso hace que, por un lado
cometamos injusticias y, por otro, no estemos en el momento preciso en que nos
necesitan. Hemos de aprender a ser valientes y posicionarnos ante la verdad, a
defender y valorar lo que creemos que está bien o no, delante de amigos,
familia, detractores…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Qué
quieres que haga por ti? Maestro que pueda ver; Anda tu fe te ha curado… y lo
siguió por el camino”</i></b>. A veces no se trata de ceguera física; como bien
dice el refrán: “No hay mayor ciego que el que no quiere ver”, y es que nos
empeñamos en no ver lo que muchas veces tenemos delante de los ojos. Rechazamos
a Dios, no lo llamamos ni le buscamos aún sabiendo que pasa a nuestro lado. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
ciego quiere ver lo que ya cree, lo que ha creído porque otros se lo han
contado. Ahora quiere ver porque además quiere seguirle físicamente, ser uno de
los suyos. Jesús acepta este seguimiento, valora su autenticidad y fidelidad; y
Bartimeo, que al recobrar la vista no ha quedado decepcionado al ver a Jesús,
le sigue con gozo proclamando con sus hechos y con su seguir a Jesús lo que
antes, estando impedido, había gritado al borde del camino.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-10121829869104197372018-10-19T12:45:00.001-07:002018-10-19T12:45:07.987-07:00"Vosotros nada de eso" (Mc 10, 35-45)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYA4iZ9_eiwFGbAQ6_M7yxiDO-D_bRNLZG7G9g2_uWojgzAeqm8ajANCgiOCisWKvgROqtO5e6OsIUNewfDrJ2LrDKfVkmgxW-Nhh7sCW0RGuuKeXTy7FSTTQDjDVhXGX0_kxBWRmS6O3s/s1600/No+sabeis+lo+que+ped%25C3%25ADs.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="720" data-original-width="960" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjYA4iZ9_eiwFGbAQ6_M7yxiDO-D_bRNLZG7G9g2_uWojgzAeqm8ajANCgiOCisWKvgROqtO5e6OsIUNewfDrJ2LrDKfVkmgxW-Nhh7sCW0RGuuKeXTy7FSTTQDjDVhXGX0_kxBWRmS6O3s/s320/No+sabeis+lo+que+ped%25C3%25ADs.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
actualidad del evangelio nos invita a reflexionar sobre nuestras actitudes más
cotidianas, a veces erróneas pero, al fin y al cabo, humanas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Se
acercaron a Jesús los hijos del Zebedeo”</i></b>. Santiago y Juan aprovechan su
posición dentro del grupo de los doce. Su padre “el Zebedeo” gozaba de la
amistad de Jesús y ellos pensaban que esa amistad les ayudaría, les daría
ventaja.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
tema de las influencias, los “enchufes”… Estamos acostumbrados a ver cómo el
tema de los favoritismos ha hecho que algunas personas ocupen puestos
importantes, consigan trabajos… mientras otras, que quizás tengan más méritos y
cualidades, se ven apartados por no tener a nadie que abogue por ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
es justo, está solícito cuando se le pide ayuda: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Qué queréis que haga por
vosotros?”</i></b>, pero eso es una cosa, y otra bien distinta es que construya
para unos, acosta de ser injusto con otros; <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“No sabéis lo que pedís”</i></b>.
</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Sois
capaces de beber el cáliz que yo he de beber?”</i></b>. Jesús les pide que
pisen tierra firme, que no estén tan pendientes de un puesto predominante en el
cielo cuando hay mucho que hacer aún en la tierra. Les hace ver que el proyecto
del reino de Dios comienza aquí, y eso es lo que labrará un futuro delante de
la presencia de Dios. Jesús está dando ejemplo, enseñado aquí, por tanto la
decisión de lo que pasará en el cielo no le toca a Él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Los
otros diez al oír aquello, se indignaron…”</i></b>. La manera en la que se acercan
a Jesús los dos hermanos, solos y con secretismo para que nadie supiera lo que
tramaban o pedían, enfada a los otros.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
molesto saber que en nuestros trabajos, grupos de amigos, en nuestra vida… hay
gente que quiere conseguir todo por la vía rápida, con el menor esfuerzo
posible y a espaldas de los demás.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Vosotros
nada de eso”</i></b>. Pero Jesús nos invita a tener otra actitud. A ir siempre
con la verdad por delante, a dar la cara, a esforzarnos por nuestro trabajo
aquí, y a la vez a confiar en Dios. Cuando nos damos sin condiciones, sin
medida, a los demás; cuando trabajamos con dignidad, justicia y
responsabilidad, estamos trabajando por el reino que comienza aquí. Urge en la
iglesia una nueva forma de entender la autoridad, no como poder ilimitado sino
más bien como servicio. Ser el último, no anteponernos a los demás y estar al servicio
de todos es el camino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
discípulos, después de la lección de Jesús, entendieron lo que debían hacer y
cómo lo debían hacer. La iglesia (jerarquía, religiosos y laicos) debe estar en
continua revisión en relación al ejercicio de la autoridad que tiene.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-69836632613671554292018-10-12T12:07:00.000-07:002018-10-12T12:07:26.555-07:00La dificultad de decidir (Mc 10, 17-30)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLh4MWw5QRE-solFH5EHS4-LdYYr4LILeTKlcUGN2dgvuwmFoak_WMxKC3H1T2pTNOAnrs1evLEJ9iGTjAZDSyMgneLweRBuQnro8H7Msm5xucQgcYIc5cnOOAOLxZD-uwJ1c00RlU2TMp/s1600/Joven+rico.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="240" data-original-width="186" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLh4MWw5QRE-solFH5EHS4-LdYYr4LILeTKlcUGN2dgvuwmFoak_WMxKC3H1T2pTNOAnrs1evLEJ9iGTjAZDSyMgneLweRBuQnro8H7Msm5xucQgcYIc5cnOOAOLxZD-uwJ1c00RlU2TMp/s1600/Joven+rico.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
ser humano, en los más hondo de su ser, sabe ciertamente lo que está bien y lo
que no; lo que puede hacer para cambiar las cosas y lo que propicia que todo
siga igual.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
era claro, directo y miraba a los ojos (a las circunstancias de cada persona),
algo que le capacitaba para aconsejar y acompañar a cada uno en su
individualidad. Por eso, al igual que el personaje del relato, muchos se
acercaban a Jesús pidiéndole consejos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Maestro
bueno ¿Qué haré para heredar la vida eterna?”</i></b>. El hombre siempre aspira
a más, es inconformista por naturaleza. No nos basta con los bienes materiales,
más bien tenemos la experiencia de que no nos llenan, no son suficientes para
alcanzar la ansiada y completa felicidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este
hombre, como muchos de nosotros, sentimos que en nuestro día a día algo nos
falta; en el fondo sabemos lo que es, o hacia dónde dirigirnos para acercarnos
a ello pero tenemos miedo de perder (sobre todo cosas materiales) y por eso
vivimos en una continua insatisfacción, en un círculo vicioso que nos lleva a lamentarnos
de nuestra situación pero a la vez estamos instalados en el inmovilismo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
esta razón, también necesitamos el consejo de otros, que nuestra situación se
vea desde otra perspectiva, quizás para que otra voz (que no sea sólo la de
nuestra conciencia) nos diga lo que deberíamos hacer. Por eso, también el rico
del relato se acerca a Jesús.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Todo
eso lo he cumplido desde pequeño…”</i></b>. En un principio nos contentamos con
cumplir lo que los preceptos humanos consideran un mínimo pero una vez que
cumplimos esto, sin demasiado esfuerzo, sale la verdad, la búsqueda incansable
de la misma (como le ha pasado a muchos santos en la historia como San Agustín)
y no nos vemos ni conformes ni satisfechos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Una
cosa te falta…ven y sígueme”</i></b>. Sólo una cosa nos puede llenar. Jesús nos
propone un cambio de vida desde el interior. Normalmente hacemos las cosas al
revés, cambiamos nuestras circunstancias externas esperando que nos cambien por
dentro pero Jesús sabe bien de la inquietud y necesidad humana y nos propone
algo que, en un principio, conlleva sacrificios y renuncias; pero todo será
ganancia si nos despegamos de lo que nos encadena a las cosas más superfluas de
este mundo. Y así estamos, en esta lucha continua y en este difícil equilibrio
pero que es la clave de la felicidad. La llave que nos lleva al encuentro cara
a cara con Jesús en el camino de la vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
nuestro mundo gozar a la vez de igualdad y libertad es imposible, porque la
lucha por la igualdad nos lleva a controlar a los otros (dictaduras en muchos
casos) y la lucha por la libertad, al dominio de los que más pueden o tienen
sobre los más vulnerables. Pero hay una forma de conjugar ambas y sabemos cuál
es, el evangelio de Jesús. Este evangelio, como bien dice J. M Castillo, no ha
de reducirse a una religión sino que ha de ser un proyecto de vida válido para
todos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Así lo propuso y lo vivió Él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Él
propone, nosotros decidimos si lo acompañamos o, de momento, nos quedamos
cabizbajos en el camino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-47794273646584019712018-10-05T11:57:00.003-07:002018-10-05T11:57:42.670-07:00Una sola carne (Mc 10, 2-16)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcbjU5yUHK6tH6tKZvRwHegz_EJMkAk-7s_N0FeuKM6FWen2iV4G9gy2OLcq0OH9jff0hBxZlB6pEX2GNLlbkdYSOPBelnJzTSSi6y_vbAPLC8lCOLLy8e-ivaOVenpRmuATVFB7WGYlvt/s1600/Una+sola+carne.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="338" data-original-width="450" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhcbjU5yUHK6tH6tKZvRwHegz_EJMkAk-7s_N0FeuKM6FWen2iV4G9gy2OLcq0OH9jff0hBxZlB6pEX2GNLlbkdYSOPBelnJzTSSi6y_vbAPLC8lCOLLy8e-ivaOVenpRmuATVFB7WGYlvt/s320/Una+sola+carne.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo
que se plantea en este texto realmente no es el tema del matrimonio y el divorcio
como tal sino más bien la igualdad de derechos entre el hombre y la mujer en la
sociedad-religión judía.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Le
es lícito a un hombre divorciarse de su mujer?”</i></b>. No hemos de perder de
vista quién es quienes le plantean el tema a Jesús y con qué intenciones. Son
los fariseos, los mimos que muchas otras veces habían acudido a Él con
intenciones de pillarle en renuncios en relación a la Ley y las normas, en
torno a la pureza y el templo…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
judíos fariseos consideraban los derechos de los hombres casi ilimitados, como
defendían algunas escuelas rabínicas, y ellos querían saber si Jesús estaba de
acuerdo con ello (Este texto no puede entenderse del todo si no se lee Dt 24, 1-4).
La defensa de la dignidad de la mujer que abanderaba Jesús era por todos conocida,
y esa actitud chirriaba en los sectores judíos más radicales. No obstante, para
ser sinceros, tenemos que decir que entre la comunidad teológica no hay
consenso en si este texto es realmente de época de Jesús (es decir si se le
puede atribuir a Él) o pertenece a una comunidad primitiva pero postpascual;
sea como fuere, es ya un intento de revalorizar la dignidad del matrimonio y,
sobre todo, de la mujer en el cristianismo más naciente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Serán
los dos una sola carne”</i></b>. Jesús, como muchas otras veces, ve en los
fariseos intenciones <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y poco inocentes, y
les deja claro que el hombre y la mujer han de tener los mismos derechos. Al
unirse en matrimonio el hombre y la mujer ya no son dos sino una sola carne, y
por lo tanto gozan de los mismos derechos y las mismas obligaciones.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
tema del divorcio en la sociedad judía no se entendía como lo entendemos en la
actualidad en nuestra sociedad occidental. Evidentemente la situación de la
mujer a todos los niveles tampoco era la misma, por tanto las obligaciones y
derechos de que podía disfrutar tampoco lo eran. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Dios
nos ha hecho distintos, no solo al hombre y la mujer sino a todos los seres
humanos; y que como bien dice J. M. Castillo, entre el hombre y la mujer: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“La diferencia es un hecho, pero la igualdad
es un derecho”</i>. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-90048424410399004282018-09-29T01:25:00.001-07:002018-09-29T01:25:07.859-07:00El Espíritu universal (Mc 9, 38-48)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbs13nSqZ1OAHEKo_Va2NtIi0ptE-AMW8NFv8GN31d60mgeYdeN8uaNUBTqwPiWosOAW7Q1_cz42llK5bYO6Yo-VArjGJvYICsGJeqyGPfJ7zq9ey2zKaJw3SOUlUDLm_5ttauLVuNhElH/s1600/Espiritu+universal.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="184" data-original-width="274" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbs13nSqZ1OAHEKo_Va2NtIi0ptE-AMW8NFv8GN31d60mgeYdeN8uaNUBTqwPiWosOAW7Q1_cz42llK5bYO6Yo-VArjGJvYICsGJeqyGPfJ7zq9ey2zKaJw3SOUlUDLm_5ttauLVuNhElH/s320/Espiritu+universal.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
Palabra está siempre de asombrosa actualidad, pero este pasaje quizás con más
claridad que otros. Nuestro mundo se encuentra en una situación que necesita
apertura, solidaridad y respeto a la diversidad. Hoy más que nunca es necesaria
la actitud de valorar más lo que une que lo que separa, de no reducirse a
“nuestros grupos” o sólo a nuestra gente. Nuestra solidaridad ha de estar más
allá de las razas, los pueblos y los credos. Parece como si el mismo Jesús nos
estuviera invitando estos días a leer constantemente esta Palabra: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
que no está contra nosotros, está a favor nuestro”</i></b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A
veces los cristianos hemos estado, estamos, tentados de condenar todo aquello
que no es de nuestra línea, no damos cabida a la diversidad aunque de ella se
desprendan buenas obras y bien al prójimo. A Jesús no le interesa que el grupo
de sus seguidores tenga más o menos número sino que todos (tanto los que le
siguen como los que no) entiendan que es posible un mundo mejor; que hay una
buena noticia que puede y debe llegar a todos, y los medios y las personas para
alcanzarlo pueden ser muchos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“No
se lo impidáis…”</i></b>. Por eso reprende la actitud de sus discípulos cuando
le comentan que han prohibido a alguien, que no era del grupo, hacer el bien; porque
la buena noticia ha de estar por encima de un grupo u otro, porque el que actúa
haciendo el bien tiene todo su respeto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nadie
debe creer que tiene la exclusiva de la solidaridad y la ayuda al prójimo. No
nos tiene que molestar que otros ayuden, aunque no sea a nuestro estilo. Los
cristianos tampoco tenemos la exclusiva de la salvación. Si por afán de dominar
exclusivamente el cómo se ha de hacer las cosas, escandalizamos, asustamos e
incluso amenazamos a gente humilde, haciéndoles creer que si no son de los
nuestros no encontrarán nunca a Dios plenamente, más vale que cortemos nuestra
lengua (nuestros miembros) antes de seguir hablando y actuando de esa manera.
Jesús es claro a este respecto, la misericordia el bien y la solidaridad están
por encima de las confesiones o pertenencias a grupos cerrados, que por
sentirse exclusivos pueden convertirse en sectarios. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
Espíritu de Dios no puede enjaularse en ninguna estructura humana por mucho que
nos empeñemos, porque el Espíritu es eterno, está mucho antes que nada y
permanecerá, sobrevivirá a todo hombre y mujer, estructura, pensamiento-ideología…
y cuando todo eso haya pasado, el Espíritu de Dios seguirá iluminando las
buenas obras de otros hombres y mujeres que no habrán conocido nuestras
estructuras.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
cristianos hoy tenemos una llamada a la apertura solidaria, al respeto de otras
culturas, razas y credos predicando con nuestros actos, con nuestra mirada; llevando
a Jesucristo en nuestras manos y buen hacer, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y no sólo en nuestras doctrinas dogmáticas.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-34743980440545867022018-09-21T09:15:00.003-07:002018-09-21T09:15:37.960-07:00El ranking del amor (Mc 9, 30-37)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvkO2ghkrLX-jjv-T4grtgIYFJVRf16oVI_7CqXCtszj1XLyCkvAqaPt3GrbIShcmb6eIywtjEENyDue5xbkFkaf_t8HQNGKNVg57x2Eru1uKvvJhyphenhyphenMtpWYxlNqoYiQFCyZjclVG3hOxfS/s1600/acoger+a+los+ni%25C3%25B1os+en+su+nombre.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1280" data-original-width="1600" height="256" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvkO2ghkrLX-jjv-T4grtgIYFJVRf16oVI_7CqXCtszj1XLyCkvAqaPt3GrbIShcmb6eIywtjEENyDue5xbkFkaf_t8HQNGKNVg57x2Eru1uKvvJhyphenhyphenMtpWYxlNqoYiQFCyZjclVG3hOxfS/s320/acoger+a+los+ni%25C3%25B1os+en+su+nombre.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Meditando
este pasaje del evangelio de Marcos uno vuelve a la realidad del verdadero
seguidor de Cristo. No hay vuelta de hoja, ni trampas, ni interpretaciones más
allá de la literalidad; no hay escapatoria a la comodidad, ni tampoco
acomodaciones al tiempo. El mensaje es muy claro y para la Iglesia está cargado
de un tono que la interpela y le urge a un cambio radical.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
Hijo del Hombre va a ser entregado…”</i></b>. Jesús le va enseñando a sus
discípulos, y en esa enseñanza hay un punto dramático de realismo, algo que
será más o menos inminente en su persona, su propio padecimiento su propia
muerte por los suyos pero también un mensaje nuevo, algo que no esperan y
parece que no entienden, la resurrección final.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay
miedo a preguntar porque quizás puede que intuyan la respuesta y no quieran ver
la realidad; prefieren quedarse con lo bueno de todo lo vivido y la popularidad
que en esos momentos tenía Jesús y de la que ellos también gozaban. Por eso
están más preocupados en discutir quién heredará un puesto importante en el
grupo o quién estará por debajo y a las órdenes de los otros. Seguramente Jesús
les iba oyendo, y cuanto más se empeñaban en discutir sobre la importancia de
unos sobre otros, Jesús más se esforzaba por explicarles que esa no es la
autoridad que el busca, ni la posición, y que la vida que le esperaba a Él y a
todo el que lo siguiera sería más bien un camino difícil. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿De
qué discutíais por el camino?”</i></b>. Los discípulos no quieren decirle a
Jesús de lo que discutían por el camino porque, en el fondo, sabían que eso no
estaba bien, que Jesús no lo iba a aplaudir y les reprendería.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
curioso ver cómo, sobre todo en algunos momentos de la historia de la Iglesia,
algunos-muchos cristianos hemos hecho oídos sordos, no hemos sabido leer, no
hemos visto al Jesús que brilla en este y otros muchos relatos. Es
absolutamente escandaloso el estilo de vida, las preocupaciones y actitudes que
ha tenido la iglesia para con el mundo y en el interior de ella misma. Es tan
clara la Palabra en relatos como este que es imposible que se nos haya pasado
desapercibida. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Quien
quiera ser el primero…”</i></b>. Afortunadamente llevamos unos años que,
gracias a muchos cristianos que se dejan empapar por el “Jesús de las
sandalias” (como me gusta llamarle a mí), y sin que sus criterios sean más
poderosos que la autoridad de la misma Palabra, han sabido transmitir con sus
obras que estábamos en el camino equivocado y que incluso éramos, somos a
veces, un anti testimonio para el mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
que acoge a un niño como este en mi nombre…”</i></b>. El mensaje está claro. La
verdadera novedad de Jesús es que sólo quién entiende que Dios está con todos,
sobre todo con los más débiles, se puede acercar a Dios con plenitud.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
mundo necesita caridad-amor, vivimos en un mundo que demanda la presencia de
Jesucristo constantemente y, si en verdad la iglesia es el Cuerpo de Cristo,
debemos estar en dónde sabemos que estaría Él.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-39950808830342685792018-09-14T10:01:00.000-07:002018-09-14T10:01:34.847-07:00¿Quién es para ti? (Mc 8, 27-35)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinP34CXfn4Aka6RZe_wlQOFwpTIFkfBUlq40mF5EuGeU_jrnvexzj7JQtNhAUyhArBYhLhPqVeEx7XoFtXAQ7n3VUssiHU4fHVU3BKZQeXYtLG2cH7ZCJAck3HmWMQrsR4eq02pSWvItxA/s1600/Qui%25C3%25A9n+es+Jes%25C3%25BAs+para+t%25C3%25AD.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="728" data-original-width="500" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEinP34CXfn4Aka6RZe_wlQOFwpTIFkfBUlq40mF5EuGeU_jrnvexzj7JQtNhAUyhArBYhLhPqVeEx7XoFtXAQ7n3VUssiHU4fHVU3BKZQeXYtLG2cH7ZCJAck3HmWMQrsR4eq02pSWvItxA/s320/Qui%25C3%25A9n+es+Jes%25C3%25BAs+para+t%25C3%25AD.jpg" width="219" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
nunca vivió del qué dirán; no porque no le importara la opinión que de sí
tuvieran los demás sino porque la convicción de su misión superaba cualquier
juicio de valor humano. Sin embargo pregunta: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Quién dice la gente que soy?</i></b>
Seguramente Jesús imaginaba la respuesta; respuesta confusa, contradictoria e
incluso descabellada; había para todas las opiniones. No existía una opinión
unánime sobre su persona; las respuestas “bailaban” desde los grandes profetas
pertenecientes a la Antigua Alianza, Jeremías, hasta lo más novedoso de la
época, Juan Bautista, en ese largo intervalo de siglos de historia cabían
muchas personalidades y acontecimientos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La pregunta
inicial no iba encaminada a buscar la respuesta sobre lo que la gente pensaba
de Él sino, más bien, a si los suyos sabían con quién estaban y porqué: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Y
vosotros ¿quién decís que soy yo?”. </i></b>Me atrevería a decir que ni el
mismo Jesús se esperaba la segura, rápida y enérgica respuesta de Pedro.
Precisamente el que mostraba más inseguridades y le planteaba más idas y
venidas entorno al seguimiento, fue el que lo reconoció como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
Mesías”.<o:p></o:p></i></b></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Reconocer
en Jesús al Mesías esperado durante siglos no es fruto de una imposición
colectiva, no es algo fácil por los antecedentes y presentes que vivían los
judíos en torno a la figura del esperado. Pedro profesa un acto de fe libre y
personal. Dentro de la comunidad de los discípulos cada uno lleva su propio
proceso, y él se declara abiertamente seguidor confeso del Mesías, Jesús de
Nazaret.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: Calibri;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si el
evangelio no supone una interpelación personal constante y actual, no podríamos
llamarlo evangelio. Y tú ¿Quién dices que es Jesús? El credo que profesamos
como comunidad cristiana no serían más que palabras elaboradas durante siglos
por la Iglesia, y que repetimos en comunidad, pero en realidad algo poco
encarnado, impersonalizado, volátil, débil… si no ha sido antes un acto de fe
personal, un reconocer a Cristo como el esperado en tu vida, sabiendo que eso
traerá consecuencias en la misma y la transformará.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: Calibri;">“El que
quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por el Evangelio,
la salvará”.</span></i></b><span style="mso-ascii-font-family: Calibri; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-font-family: Calibri;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">También
corremos el riesgo de repetir sin más unas palabras elaboradas y dulcificadas
por la tradición, sin entender verdaderamente lo que significa seguir a Jesús
encarnado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pedro
reconoció a Jesús como Mesías porque estaba con Él y veía a diario sus obras,
escuchaba sus palabras y seguramente quedaba admirado de la cantidad de gente
que seguía a su Maestro. Pero, en ese momento, se quedó ahí sin ver más allá,
sin prever que ese compromiso le llevaría a Jesús a padecer sufrimiento y dolor
por su coherencia vital. Por eso Jesús le/les interpela, porque ve que no
asumen lo amargo del camino y posiblemente se quedan en lo dulce; Jesús quería
hacerles reflexionar si estarían dispuestos a padecer por su fe en el reino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay
gente que piensa que los creyentes vivimos más felices y serenos que el resto
de los mortales; que el hecho de la esperanza de la fe evita sufrimiento e
incertidumbres, sobre todo en lo que habrá más allá de la muerte. Y dentro de
la comunidad también existen hermanos que creen sin ir más allá, quedándose en
las formas y las liturgias pero sin encarnar su fe y asumir sus cruces.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
cristianos hemos de tener en el horizonte la resurrección, pero eso no nos evita
que el trabajo por el reino a veces sea difícil y entrañe dolor y desesperanza.
Todo esto no es malo, es simplemente humano, pero si es cierto que la fe hace
(o debería hacer) que las cruces se asuman de otra manera y que no tengamos la
sensación de recorrer este camino en soledad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-10576830740972041582018-09-07T12:03:00.002-07:002018-09-07T12:03:22.399-07:00Atender a la persona. "Effatá" (Mc 7, 31-37)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEU84PCFkh-1j-nOV1kdD15z9vKGBjqtslBWDYv5VlxLIcQYNWQ4YY7nwH0D02lE1WE6yAX8soNOVsolcRNUoH3nSWSeFOdx8qpjg8vzzmgd2CuuXCGFDqJbm_2JhrBvo_q9CnEINpuScg/s1600/Falta+de+comunicaci%25C3%25B3n.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="300" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEU84PCFkh-1j-nOV1kdD15z9vKGBjqtslBWDYv5VlxLIcQYNWQ4YY7nwH0D02lE1WE6yAX8soNOVsolcRNUoH3nSWSeFOdx8qpjg8vzzmgd2CuuXCGFDqJbm_2JhrBvo_q9CnEINpuScg/s320/Falta+de+comunicaci%25C3%25B3n.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
es un milagro; Jesús es El Milagro. Lo que la humanidad estaba esperando. No
necesita de demasiadas presentaciones porque sus obras, signos y prodigios, le
acompañan y hablan de Él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A veces,
desde la teología más dogmática, nos hemos empeñado en demostrar históricamente
ciertos milagros que la tradición y la Escritura le han atribuido a Jesús, casi
perdiendo de vista que el verdadero milagro es Él, su forma de hacer las cosas,
el estilo de vida que propone, y no tanto lo sobrenatural.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Dejando
Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón…”</i></b>. Lo que sí es evidente es
que Jesús estaba en constante contacto con la gente, en permanente e intima
común-unión con su pueblo, con el mundo. Que sabía de los sufrimientos,
dificultades y necesidades de aquellos que le seguían. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Apartándolo
de la gente le metió los dedos en los oídos y…le tocó la lengua”</i></b>. Le
presentaron a un sordomudo para que le impusiera las manos, para que le tocara
con sus manos. Seguramente era una persona que no tenía ni voz ni voto; una persona
que no podía o no quería comunicarse con los demás. Jesús actúa de manera
personal. Se lo lleva aparte de la gente porque requiere cuidados y atención
individual, necesita un acompañamiento, un proceso muy personal. Para Jesús la
gente no era ganado, cada persona tiene su dignidad y es única.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
necesario que Jesús le toque. Cuando Jesús le toca brota el oído, el habla, el
tacto, la vista, brota la vida… Cuando por esta vida uno va perdido, sin rumbo
fijo; cuando no se tienen ganas de contacto con nadie, no hay ganas de
comunicar nada, no se tiene interés (el sordomudo no busca directamente a Jesús
porque seguramente no lo conoce, pero se lo presentan) pero se descubre la
propuesta de Jesús y te toca de verdad, se pierde el miedo y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">se suelta la lengua</i>, cambia tu vida.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
nuestra sociedad, la sociedad de la comunicación más avanzada, de lo inmediato;
en una sociedad donde se supone que debemos ser expertos en comunicación
personal, estamos sufriendo una especie de contradicción continua. Parece que cuantos
más medios tenemos, realmente menos comunicados estamos. Estamos acostumbrados
a ver cómo, en pequeñas reuniones de amigos o incluso en pareja, estando al
lado de los otros ni siquiera nos miramos a la cara, no surge una conversación
fluida porque lo que nos acompaña constantemente son nuestros dispositivos
móviles y, teniendo a personas reales al lado, nos comunicamos con gente que
está lejos o nos entretenemos con nuestras apps. Sabemos cosas, muchas cosas,
de los demás pero muy superficiales; vemos miles de fotos de las vidas
“felices” que se cuelgan en las redes sociales pero no sabemos de las vidas de
las personas, de los problemas, anhelos, alegrías y dificultades reales de los
que tenemos al lado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
nos enseña a que el trato personal y la dedicación a los otros es lo que nos
humaniza. Nos enseña a tocar, acompañar, hacer ver que estamos cerca del que lo
necesita.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Todo
lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos”</i></b>.
Irremediablemente, esta afirmación nos recuerda al relato de la creación del
Génesis, en dónde después de crear se afirma que: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Vio Dios que todo era bueno…”</i>. Jesús todo lo ha hecho bien porque
es la presencia de Dios en la tierra, porque Dios todo lo hace bien para con
sus hijos. A nosotros sólo nos queda fiarnos de Él y querer que siga haciendo
cosas buenas en nosotros.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-77501360622535940942018-09-01T02:37:00.001-07:002018-09-01T02:37:14.458-07:00Cuestión de pureza (Mc, 7)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhLSVJNFzwhqJIaUXBXc9HtIc8v_ptNePCevnGXsMftLplwr9-vmeAjHtkpIOuECMVq8rJ6RKe0fR8BY-rmai9UeUfJOA99pk4IqLRedtRtM36WPKdCDDSVeK5gqlOM2dHQ48bO2eYLWl_/s1600/Pureza+e+impureza.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="315" data-original-width="480" height="210" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhLSVJNFzwhqJIaUXBXc9HtIc8v_ptNePCevnGXsMftLplwr9-vmeAjHtkpIOuECMVq8rJ6RKe0fR8BY-rmai9UeUfJOA99pk4IqLRedtRtM36WPKdCDDSVeK5gqlOM2dHQ48bO2eYLWl_/s320/Pureza+e+impureza.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
cuestión de la limpieza, la pureza, la dignidad de unos hombres sobre otros…
¿quién es quién para juzgar tales cosas? Y sobre todo ¿con qué criterios o vara
se puede medir eso?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Si
bien es cierto que para convivir entre los hombres necesitamos normas, leyes e
incluso ritos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y unos requisitos mínimos
que cumplir, siempre inventados por hombres para los hombres, parece ser que no
lo es así para Dios, o al menos no las normas que creemos que nos sirven entre
nosotros. Jesús deja claro que un rito vacío se puede convertir en ofensa e
incluso en injusticia, aunque creamos que va dirigido a Dios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Por
qué comen tus discípulos con manos impuras y no siguen la tradición de los
mayores?”</i></b>. Algunos hombres se aferran a las tradiciones por miedo a los
cambios, se aferran a lo que se ha hecho siempre pensando que todo lo demás no
está bien, y que así lo quiere Dios; y en realidad es que sus miedos nos les
dejan avanzar, sus miedos nos les dejan ver que con tradiciones trasnochadas
pueden estar cometiendo injusticia o como mínimo actos estériles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay
una crítica que la gente que no se siente de la comunidad eclesial, aunque la
mayoría estén bautizados, nos hacen a “los que vamos a misa” como dicen ellos,
y que a mi cada vez me cansa más oírla aunque, como casi todo, puede que tenga
algo de verdad (aunque no con el sentido con el que disparan dicha crítica).
Esa crítica fácil, porque no se puede llamar de otra manera, se lanza con
frases como esta: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Los que van a misa
muchas veces son los peores”</i> o <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Es
que por ir a misa se es más bueno?”</i>, o ataques como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Los que os dais golpes de pecho sois luego los peores”</i>. Evidentemente,
cuando se entabla conversación con alguien que prejuzga de esa manera, si se
puede hablar, hemos de hacer ver que no es así, pero hoy me gustaría, desde la
corrección fraterna, analizar algo de estas críticas porque, como he dicho
antes, se basan en algo. Creo que en el fondo de estas críticas pueden estar
las palabras de Jesús de este evangelio: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Bien profetizó Isaías de vosotros,
hipócritas, como está escrito: Este pueblo me honra con los labios, pero su
corazón está lejos de mí”</i></b>. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Dejáis
de un lado el mandamiento de Dios para aferraros a la tradición de los hombres”</i></b>.
Lo peligroso de todo esto es que podemos estar confundiendo los deseos,
anhelos, aspiraciones e incluso las ambiciones de los hombres con los que
pensamos que tiene Dios. Y sí, no vamos a echar balones fuera, en la Iglesia
católica esto nos ha pasado a lo largo de la historia y debemos aprender y
estar muy atentos a nuestros errores y pecados que a lo largo de siglos hemos
cometido con hombres y mujeres. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
la Iglesia creemos firmemente que estamos guiados por el Espíritu Santo y que
Él se manifiesta, una de las maneras de manifestarse pero no la única, a través
del magisterio y la tradición. Pero eso no ha de ser excusa para que, dentro de
nuestra comunidad, no estemos en permanente revisión a la luz de dicho Espíritu
y siempre en oración, intentando dilucidar lo que Cristo quiere de nosotros
para el mundo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nada
que entre de fuera puede hacer al hombre impuro; lo que sale de dentro es lo
que le hace impuro”</i></b>. He conocido en generaciones anteriores a la mía
como han sido educados bajo la sombra permanente del pensar que casi todo era
pecado. Evidentemente esto marca ya toda la vida de esa persona si no se tiene
la oportunidad de descubrir que el evangelio es tan maravilloso que parte de la
libertad de los hijos de Dios y del amor a los hermanos; y en otros, no pocos,
esa educación ha provocado una contra-reacción que les ha llevado al otro
extremo del que he hablado al principio.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ver
demonios donde no los hay, creer que todo lo que hay fuera y se sale de
nuestros esquemas viene del maligno es un error, porque el maligno está allí
donde se le deja estar y, a veces, está dentro de nosotros. Ser humilde para
distinguir lo que es de Dios y lo que es de los hombres, nos ayudaría mucho en
el interior de la comunidad y también hacia fuera, en la misión. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-75369925063208737672018-08-25T08:50:00.002-07:002018-08-25T08:50:19.096-07:00Seguir o no a Jesús (Jn 6, 60-69)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSFp07CoLq2s-aQNBwmMUaRoZ0Y5nRdhrlgbQeO2IhuLtqHl0DXrE9pTn-uMD7G5brirlNMB8SawmGPy0Y11RpjSNA2RV4hkP0KoDew4JIFAdVGairRpN5L1trUTsmiFRfv994fzFprL82/s1600/Seguir+a+Jes%25C3%25BAs+o+no.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="168" data-original-width="300" height="179" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSFp07CoLq2s-aQNBwmMUaRoZ0Y5nRdhrlgbQeO2IhuLtqHl0DXrE9pTn-uMD7G5brirlNMB8SawmGPy0Y11RpjSNA2RV4hkP0KoDew4JIFAdVGairRpN5L1trUTsmiFRfv994fzFprL82/s320/Seguir+a+Jes%25C3%25BAs+o+no.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las palabras de Jesús sobre “el
Pan de Vida”, refiriéndose a sí mismo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Mi
carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida”</i>, escandalizan de
tal forma, no solo a la gente del pueblo y dirigentes sino también a alguno de
sus discípulos, que dejan de seguirlo cargados de razón: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿quién puede hacerle caso?”</i>.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús sabe que sus palabras no
sólo interpelan sino que requieren un cambio en la persona que mucha gente no
está dispuesta o no puede aceptar. Ese cambio supondría renovar su fe de tal
manera que muchas de las cosas que hasta la fecha habían venido creyendo como
la más pura ortodoxia, deberían ser abandonadas para acogerse a la Verdad que
viene directamente del mismo Dios; algo que aquellos judíos no pueden tolerar,
o al menos digerir, de la noche a la mañana. Pero Jesús no puede echarse atrás
porque sabe que su tiempo es muy limitado y la grandeza de la Buena Noticia no
puede frenarse. Si con esas palabras se escandalizan ¿qué no pensarán cuando
les hable de su origen y su propia resurrección? Y estos sí son presupuestos
indispensables para la fe en Jesús a los que cualquier discípulo que presuma
llamarse así no puede renunciar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿También vosotros queréis
marcharos?”</i></b>. Por supuesto, Jesús respeta la libertad personal y el
proceso de cada individuo, asumiendo que no todos llevamos el mismo ritmo y no
todos podemos creer en sus palabras. De hecho, Él mismo, se lo deja claro a los
discípulos que le estaban escuchando: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Por eso os he dicho que nadie puede venir a
mí, si el Padre no se lo concede”</i></b>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En este pasaje,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el evangelista Juan utiliza un lenguaje muy
rotundo, directo y escandalizador para muchos, propio de una comunidad
judeo-cristiana que tiene claro que, para seguir adelante, ha de romper con la
tradición más aferrada y hermética, con la ortodoxia de la comunidad Jerosolimitana
que aún le cuesta aceptar a Jesús como mesías y sólo puede verlo como profeta.
Pero esta fe en Jesús como profeta-maestro no es, ni mucho menos, suficiente
para poder ser sus discípulos; alguien tiene que dejar claro que, para aceptar
lo nuevo y purificador, se ha de abandonar lo viejo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este planteamiento no es nada
antiguo, todo lo contrario, está más vigente que nunca hoy también en nuestra
Iglesia. En varias ocasiones he leído de expertos vaticanistas que, en realidad,
aunque ya se hayan cumplido más de cincuenta años de la celebración del
Vaticano II, nos queda mucho por andar para alcanzar todas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sus propuestas. Parece mentira que en una
sociedad tan frenética para muchas cosas y con la mente tan abierta para otras,
aún nos de miedo romper con muchas ideas y costumbres que, además de quedarse
viejas y sin sentido, hacen daño. Me duele leer críticas feroces al papa
Francisco; se puede o no estar de acuerdo con algunos de sus pensamientos y
opinar sobre ellos, faltaría más, pero eso no justifica las críticas
despiadadas y fuera de toda corrección fraterna, típicas del enemigo más feroz
que recuerdan más a Nerón que a hermanos en la fe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No es de extrañar que,
escandalizados entre el inmovilismo de unos y las críticas despiadadas de otros
muchos, bastantes hermanos abandonen la comunidad; de eso, todos los que
consideramos que aún estamos dentro, sabemos un poco viendo nuestras
celebraciones cada vez más mermadas. Y por supuesto que son<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>decisiones personales y libres, pero nosotros
muchas veces con nuestras actitudes no animamos a que se queden.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es cierto que no todos pueden,
como he dicho antes, y que quizás sea necesaria esta marcha de algunos para que
la comunidad se purifique de las cosas viejas y comience una nueva etapa. Lo
que también es cierto es que Jesús nos interpela constantemente también a
nosotros preguntándonos si aún queremos seguir con Él: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿queréis marcharos?”</i></b> y
nosotros intentando ser buenos discípulos respondemos cada día: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Señor
¿a quién vamos a acudir?”</i></b>; ¿Con quién mejor que contigo? <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Tú
tienes palabras de vida eterna”</i></b>.</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-73866256396706891382018-08-17T16:41:00.003-07:002018-08-17T16:41:45.357-07:00Pan, vino... Presencia (Jn 6, 51-58)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzNSQDaGCs97JOarXUcDQ1ns3ik7kNAa6KossgzbLA2gAtxnXjmdXUCr9-Zh92JQVVhTGgjtePSmXUCVjrv-_o2pBK8oRdFIvR2G5KHgqKM_GLasyxMV9SbxEkc5tWp_oz94aebS5DDnY3/s1600/Pan-reparte.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1067" data-original-width="1600" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzNSQDaGCs97JOarXUcDQ1ns3ik7kNAa6KossgzbLA2gAtxnXjmdXUCr9-Zh92JQVVhTGgjtePSmXUCVjrv-_o2pBK8oRdFIvR2G5KHgqKM_GLasyxMV9SbxEkc5tWp_oz94aebS5DDnY3/s320/Pan-reparte.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A
los antiguos cristianos no se les entendió y se les persiguió, entre otras
cosas, por una interpretación literal de sus palabras y textos; incluso se les
acusó de antropófagos. Hoy día, no se nos entiende, incluso después de haber
“explicado” nuestra fe en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, quizás por otra
razón en el otro extremo, el racionalista, que no deja abstraer y trascender al
corazón.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
fin…el hombre parece que lleva en lo más hondo de sus entrañas la incredulidad,
y que ha de poner siempre impedimentos a Dios, ya sea por literalidades,
legalismos convenientes o<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por las
barreras que nuestra mente racional nos pone, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>evitando que nos abramos al Misterio más
profundo del ser.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
que</i></b> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">come mi carne y bebe mi sangre…”</i></b> (El que participa del
misterio; el misterio cristológico, el secreto mesiánico que tanto le “gusta” al
evangelista<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Marcos) Ese, y sólo ese,
alcanzará la vida eterna, encontrará el sentido de la vida, la Vida que no se
queda en la materia, que no se acaba con el tiempo <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sino que perdura eternamente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los católicos
hemos sublimado este Misterio hasta sacramentarlo. La presencia real de Cristo
en las especies del trigo, hecho pan, y de la vid, convertida en vino, son para
nosotros Misterio pascual, son el mismo Cristo. Pero, a veces, me queda la duda
de si en el fondo, somos conscientes, lo hemos llevado al corazón, lo hemos
rezado y llevado al plano de la fe, si lo CREEMOS; porque si no es así (y
bastan sobrados ejemplos de “cristianos” que no participan cada domingo de
dicho misterio) estamos siendo otra cosa pero no cristianos católicos, no lo
somos si practicamos un sincretismo religioso hecho a medida, nuestro
particular sincretismo de Cristo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los
primeros cristianos respetaron y defendieron la comunión, la presencia real de
Cristo en el pan, con su propia vida. Recuerdo alguna de las historias que me
contaron en las catacumbas de Roma (concretamente la catacumba de San Calixto)
en la que, por no dejar profanar el pan<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>eucarístico murieron incluso niños. Si, quizás sea eso, que hay que
hacerse como niños para poder llegar a creer el misterio que supera toda razón.
Eso no significa profesar “la fe del carbonero” sino, simplemente, reconocer la
limitación humana ante su <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Señor y
Creador que puede, y de hecho así es, ser parte, hacerse presente y permanecer
en la materia más cotidiana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
pan vivo bajado del cielo”</i></b> nos deja claro que el pan que Él nos ofrece
es su carne entregada para este mundo, un pan que se reparte, un pan
inagotable, hay para todos, y el que lo acepte vivirá para siempre. Porque sólo
entendiendo que el pan no es de nadie, que es de todos y que todo el mundo
tiene derecho al pan, porque el pan es la vida, el alimento, sólo así
alcanzaremos una vida en la Verdad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Los cristianos tenemos una gran
responsabilidad, parte de nuestra misión, si encarnamos estas palabras en nuestras
propias vidas, haciendo de ellas panes que se reparten y se dan inagotablemente
para saciar el hambre y las necesidades de nuestro mundo. Quizás sea eso lo que
no llegamos a entender y por eso nos cuesta tanto, nos ha costado siempre tanto
a los humanos, entender <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lo que significa
la presencia real de Jesús en este mundo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Pero
¿cómo puede éste darnos a comer su carne?”. </i></b>El judío de tiempos de
Jesús,<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> </i></b>sólo sabe leer literalmente, nadie le ha enseñado a
interpretar. Estas palabras son un verdadero escándalo para los judíos de su
tiempo, incluso para sus discípulos, para aquella mentalidad tan dura como la
piedra de las tablas de la ley. Pero, una vez más, Jesús nos demuestra que sus
palabras son más que palabras. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es necesario
que el humano se alimente del VERBO hecho carne, que alimente su vida de la
Verdad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mi, y yo en él. Lo mismo que
el Padre, que vive, me ha enviado”</i></b>. Una vez más, Jesús muestra la clave
para una íntima relación con Él, y estando con Él estamos igualmente con el
Padre porque es quién le ha enviado. El misterio trinitario, sin necesidad de
dogmatismos complicados y enrevesados que muchas veces hacen flaco favor por
estar más llenos de letra e intentos de razonamiento que de sencillez, sale de
la boca de Jesús como lo más “lógico” y sencillo, simplemente porque sale de
una boca que pertenece al Hombre que lo vive como una misión a la que ha sido
llamado y enviado por el Padre. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Encarnemos
en nuestras propias vidas, con la cotidianidad y particularidad de las mismas,
el misterio de Dios que se hace pan para después entregarse enteramente a
todos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-22804575522435924372018-07-27T10:42:00.003-07:002018-07-27T10:42:58.815-07:00Compartir es el milagro (Jn 6, 1-15)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIwa-r2FqnT3K-Lf5fWq9ETt5er4VopGxl5Au_RfC2S73deR7nJ6hn9iVxToS1YI3ubdpDBxe8RSd7l3d_tlhY8FVQduDxziSsRmTHkfMH9qfpSXmNcS9KlYtoQKzgC2c7_ZOMlzZfnLVR/s1600/Compartir+pan.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="278" data-original-width="400" height="222" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjIwa-r2FqnT3K-Lf5fWq9ETt5er4VopGxl5Au_RfC2S73deR7nJ6hn9iVxToS1YI3ubdpDBxe8RSd7l3d_tlhY8FVQduDxziSsRmTHkfMH9qfpSXmNcS9KlYtoQKzgC2c7_ZOMlzZfnLVR/s320/Compartir+pan.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
imprescindible, para entender todo el contenido de este pasaje, que tengamos en
cuenta el anterior (lo que el domingo pasado decíamos que era la introducción a
este; Mc 6, 30-34).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús,
antes de realizar el “milagro” de la multiplicación del alimento, es seguido
por mucha gente (dice el texto que sólo hombres eran unos cinco mil;
evidentemente nadie los contaría con exactitud ya que estamos hablando de un
número simbólico). Teniendo la atención de toda esa gente, Jesús no les da
primero de comer sino<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que les habla; les
habla porque de lo primero que están sedientos y hambrientos es de buenas
noticias, de acompañamiento y comprensión. Están perdidos y desorientados
(decía el texto del domingo pasado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“como
ovejas sin pastor”</i>).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
sabe que con el simple hecho de dar de comer a la muchedumbre no hace nada más
que calmar una necesidad fisiológica, que es necesaria también, pero que no
solucionará la raíz de los problemas de la gente. Quizás mucha gente iba
buscando en Jesús soluciones rápidas a su hambre más material, pero lo que
todos se encuentran antes es un regalo de Dios, la clave para entender muchas
cosas, la clave para hacer de este mundo algo más justo; para hacer de este
mundo el comienzo del reino de Dios. Jesús no da de comer sin más. Jesús enseña
que la clave está en ellos, en la forma de entender su mundo, su vida y la vida
con los demás (con los hermanos).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay
para todos si se sabe repartir, si dejamos los egoísmos personales, si
cambiamos el chip y no pensamos tanto en comprar como en repartir. Como afirma
Benedicto XVI en su encíclica <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Caritas in
veritate”</i>, debemos construir una economía de la caridad, una economía del
amor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En
esta sociedad en la que nos medimos por lo que tenemos, por lo que somos
capaces de comprar, no cabe la solidaridad del compartir lo que tenemos sino
que practicamos solidaridad de lo que nos sobra. Esa es precisamente la
mentalidad que Jesús quería cambiar, esa es la clave para que nadie pase hambre
y para que comiencen a cambiarse las estructuras de una sociedad injusta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las
primeras comunidades cristianas esto lo entendieron muy bien; seguramente
algunos de los miembros de estas primeras comunidades estuvieron presentes en
esta lección-fraternidad del compartir, en este milagro de la “multiplicación
de los panes y los peces”. El problema es que a nosotros nos ha llegado esta
tradición demasiado viciada, muy divina y poco encarnada. Nos hemos quedado con
el “milagrito” y eso nos ha impedido entender lo que realmente pasó, y, por
tanto, nos impide poder ponerlo en práctica. En este pasaje dieron de lo que
tenían y después sobró. Hoy nosotros, damos de lo que nos sobra y, como eso es
poco, entonces lógicamente falta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Las
primeras eucaristías eran momentos reales de compartir. Tanta importancia tenía
la Palabra como la comunión, como el momento en el que todos daban algo de lo
que tenían para vivir en ese momento ¿Y nuestras eucaristías qué son? ¿En qué
se han convertido? ¿Hacia dónde vamos?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">María
supo entender esto con una naturalidad pasmosa, con la “facilidad” que una
madre entiende que nada es suyo, que su vida es don en cuanto que alumbra,
protege y crea otras vidas. Le pido con todas mis fuerzas y mi vacilante y
precaria fe a la Madre, que me haga entender el sentido del compartir sin mirar
a quién, ni cuándo, ni cuánto.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-48807592707051531222018-07-21T02:15:00.001-07:002018-07-21T02:15:11.426-07:00Saber parar parar escuchar (Mc 6, 30-34)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwnjq0k64Grj6qf3CKEi9s56nKMtmXtuN07zx5tn-RLZGEde3YJgvp9tQCRSffh7Do-oLMllPyL2ufku9qLaO8VkC01koeUEVBKRf4y_xfI72xLw3VSEleHrf_XxK7uQO7C6MWX-4XbT5y/s1600/Escuchar+a+los+dem%25C3%25A1s.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="460" data-original-width="690" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwnjq0k64Grj6qf3CKEi9s56nKMtmXtuN07zx5tn-RLZGEde3YJgvp9tQCRSffh7Do-oLMllPyL2ufku9qLaO8VkC01koeUEVBKRf4y_xfI72xLw3VSEleHrf_XxK7uQO7C6MWX-4XbT5y/s320/Escuchar+a+los+dem%25C3%25A1s.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El texto evangélico ante el que
nos situamos hoy es el preámbulo de uno de los relatos más conocidos del
evangelio de Marcos, y me atrevería a decir de toda la Sagrada Escritura, como
es el llamado milagro de la “multiplicación de los panes y los peces”. Pero hoy
no requiere nuestra atención este “milagro” en concreto sino más bien su
introducción, cuatro versículos Mc 6, 30-34, que aparentemente son
insignificantes, pero que <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>guardan <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una información muy rica sobre Jesús y las
prioridades que estableció.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Los apóstoles volvieron a
reunirse con Jesús”</i></b>. Es una de las pocas veces, si no la única, en
donde el evangelista Marcos utiliza la denominación de apóstoles,
diferenciándolo de la de discípulos. Esta diferencia no es una casualidad. Es
necesario que se sepa que este grupo de seguidores cercanos a Jesús habían sido
antes enviados por Él para una misión muy concreta, la misión de proclamar que
el reino ya estaba cerca, y para eso les dio poder para expulsar espíritus
inmundos y sanar. Se nos dice que los apóstoles le contaron a Jesús lo que
habían hecho y enseñado. Venían de enseñar; venían de ser la voz del Maestro,
eran maestros de la Palabra.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Venid vosotros solos a un sitio
tranquilo a descansar un poco”</i></b>. Esta frase de Jesús me resulta entrañable.
Jesús se preocupa por los suyos. Reconoce lo duro de la misión y desea que
descansen y reparen fuerzas. Creo que es una <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>frase del evangelio que puede pasar fácilmente
desapercibida, sin embargo personalmente me resulta reveladora en relación a la
humanidad de Jesús y el cariño con el que cuidaba a sus seguidores más
cercanos, los apóstoles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No es que Jesús quisiera huir de
la gente que les seguía, pero sí que el mismo Jesús reconoce que la misión
agota y que es necesario el pequeño encuentro en el que poder compartir lo
vivido y reparar fuerzas, e incluso corregirles en la intimidad si en algo
hubiesen errado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Jesús vio una multitud y le dio
lástima de ellos; porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles
con calma”</i>.</b> La misión es agotadora sí, pero antes que reparar fuerzas
está el encargarse de los que demandan más atención. La pretensión de descanso
se frustró cuando, al llegar al lugar donde presumiblemente iban a estar más
tranquilos, se encontraron con más gente que demandaba atención. Pero Jesús
aprovecha la ocasión para hacer ver a los apóstoles que la prioridad son los
otros, no ellos, nunca la prioridad puede ser uno mismo sino los demás, los más
pequeños, “las ovejas que no tienen pastor” y demandan un guía. El descanso lo
dejan para otro momento y Jesús se pone a enseñarles con calma; dedicándoles la
atención y cariño que se merecen también estas gentes que esperaban su palabra.
Jesús se ocupaba de los hambrientos y enfermos del cuerpo, pero también
enseñaba, porque la enseñanza de Jesús es enseñanza para la vida, es Vida; porque
aprendiendo de Jesús es la única manera de cambiar nuestro mundo y retornar a
la justicia y el amor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A veces, en la Iglesia, tenemos
demasiadas prisas. Esas prisas por cumplir expediente (decir, no celebrar la misa,
dar una clase, cumplir con…) hace que no reparemos en que lo que tenemos
delante de nosotros son personas. Es más fácil echar unos céntimos en el
cestillo y quedarse con la conciencia tranquila, que pararse a mirar a los ojos
a alguien que te pide algo cuando te estás tomando una caña con los amigos.
Pero el descanso y el ocio, la caña, pueden esperar y quizás esa persona
necesita algo más que unos céntimos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tengo la sensación de que no nos
paramos delante de los problemas reales de la gente, no nos paramos a enseñar
con calma. Cumplir el expediente está bien pero no es suficiente, es inútil
cuando delante tenemos a alguien que no sabe de lo que hablas, porque lo que
necesita es que le escuches con calma y le enseñes desde el amor y la verdad.
Hay cristianos que buscan desesperadamente al Jesús de la Verdad, el camino de
Jesús (Jesús Camino) y una vida en Jesús (Jesús Vida), y no palabras huecas,
generales y sin delicadeza que, muchas veces, por no saber de los problemas
reales de la gente se hiere con palabras aprendidas y no rezadas.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay chicos y chicas adolescentes
que no quieren escuchar los rollos de siempre sino que necesitan que, antes de
que nadie les de la “brasa”, se les escuche porque no entienden por lo que
están pasando y necesitan un buen pastor que les oriente, rectamente, pero sin
prejuicios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Le pido a Dios que seamos
verdaderos apóstoles que entendamos que la misión agotadora a la que nos envía
Jesús el nazareno, no merece descanso si vemos a hermanos que no saben por dónde
tirar, que no encuentran lugar donde poder reposar porque andan por la vida con
miedo, como ovejas sin pastor.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-83577752518887493042018-07-14T01:55:00.002-07:002018-07-14T01:55:32.701-07:00La misión (Mc 6, 7-13)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLdK1589tCzrrqhqB3r7nGnPDCEgGJnktFqtRtBMwIT0DqukiEYmSBl5bjpSfuTJu23f8h9xtWSYaLD5prn9xk8N1fEgXt4u8-Eljxx0k_T5oIBwLww79BOBG_sVzOKqwGAVf2zhSqS4h1/s1600/polvo%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLdK1589tCzrrqhqB3r7nGnPDCEgGJnktFqtRtBMwIT0DqukiEYmSBl5bjpSfuTJu23f8h9xtWSYaLD5prn9xk8N1fEgXt4u8-Eljxx0k_T5oIBwLww79BOBG_sVzOKqwGAVf2zhSqS4h1/s320/polvo%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La misión del cristiano no es
para solitarios, es misión compartida, porque donde dos o más nos reunimos en
nombre de Dios allí está Él; porque no es una misión simplemente humana, sino
divina, en la que colaboramos los humanos que hemos sido llamados y hemos
apostado por ella. Precisamente por eso, por su origen divino, no necesita de
superficialidades ni estorbos humanos superfluos sino sencillamente de la
voluntad, el amor y la fe; y por parte de quien la recibe buena acogida y
gratitud.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Así es como Dios sueña un mundo
justo y equilibrado para nosotros sus hijos ¿De qué sirve mucha maleta para el
camino, si cuando lleguemos al destino encontramos una buena acogida de los
hermanos y tendremos lo necesario? Y si no lo encontramos, con irnos nos basta.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quizás las muchas cosas externas
estorben al mensaje principal, a las decisiones que debemos tomar, a los
sentimientos… Esta misión está liderada por el amor, ese mismo amor es el que
tiene autoridad sobre “espíritus inmundos”, es decir, sobre injusticias, estigmas
y dolencias de alma y cuerpo. Sólo con amor y comprensión, los humanos podemos
vencer los miedos que hacen que nos despreciemos, nos matemos por no profesar
el mismo credo o las mismas ideas… Esa es la autoridad que Jesús da a sus
discípulos, la autoridad del amor, porque lo que se hace con amor lo justifica
todo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En definitiva, lo que Jesús
quiere trasladar a su pueblo, a través de sus discípulos, es que el estilo de
vida que Él llevaba con sus apóstoles, lo pueden/podemos llevar todos. Que necesitamos
un cambio en nuestras costumbres para que nuestro mundo sea más justo y equilibrado.
Mientras unos viven en la sobreabundancia, otros no tienen ni qué comer ni con
qué vestirse, y eso quien no lo quiera ver o escuchar es digno de que se
sacudan hasta el polvo que se ha pegado en los pies del mensajero, discípulo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al salir de su casa.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús no propone una vida llena
de excentricidades, no pretende que vivamos en la miseria. Como bien dice J. M
del Castillo: “El Evangelio no presenta una forma externa y extravagante de
vivir. Lo que el Evangelio ofrece es una forma de vivir, que no está ni
determinada ni condicionada por el dinero y el bienestar, sino por el proyecto
de aliviar el sufrimiento y por el respeto a la dignidad y los derechos de
todos”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Porque no está mal vivir con
dignidad, pero si la dignidad pasa a la comodidad pasiva del que quiere hacerse
sordo o ciego, es decir, un espíritu inmundo, es misión del discípulo de Cristo
el sacarlo del corazón de esos hombres que están poseídos, para que puedan ver
con claridad y descubrir un mundo nuevo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-23938246006296717042018-07-07T05:23:00.000-07:002018-07-07T05:47:02.455-07:00Descubrir a Dios en el prójimo (Mc 6, 1-6)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5Ym8jw1oL0BTviMvU2XAZmg2ERQVaSPqyShFVgxXs83jOcil4_MqChorTtPq9PyyAS6jWPDEatlqsgzy4wfjB1NCrLCQeBVlvTclFlQC8W4qYcNtS7qxx5-rWEcN44T9s2BaPvh7C1gV/s1600/Pr%25C3%25B3gimo+reflejo+de+Dios.png" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="234" data-original-width="216" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjA5Ym8jw1oL0BTviMvU2XAZmg2ERQVaSPqyShFVgxXs83jOcil4_MqChorTtPq9PyyAS6jWPDEatlqsgzy4wfjB1NCrLCQeBVlvTclFlQC8W4qYcNtS7qxx5-rWEcN44T9s2BaPvh7C1gV/s320/Pr%25C3%25B3gimo+reflejo+de+Dios.png" width="295" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Prejuicios, hoy me lleva <st1:personname productid="la Palabra" w:st="on">la Palabra</st1:personname> a hablar de los
prejuicios con los que nos condicionamos y condicionamos a nuestros semejantes
y, más aún, en muchas ocasiones a los que más cerca tenemos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Fue Jesús a su tierra en
compañía de sus discípulos”</i></b>. El modo de proceder de Jesús no fue
distinto en su pueblo del que utilizaba en otros lugares, no fue distinto
porque estuviera con los “suyos”, no tuvo un trato de favor en el hablar o el
hacer. Sin embargo, con Él, los suyos si tuvieron reparos, diferencias, prejuicios…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿De dónde saca todo esto?”</i></b>.
Por un lado, nos mueve la curiosidad de saber qué tiene que ofrecernos alguien del
pueblo que ha estado tiempo fuera, en la ciudad, con gentes de otros lugares… Y
por otro, partimos ya con preconcepciones e ideas que condicionan nuestro
juicio hacia los otros, en cuanto oímos cosas que nos descolocan o que no
entran en nuestros esquemas mentales; cualquier novedad que pueda hacernos
cambiar o que simplemente requiera asumir riesgos ante lo desconocido, nos hace
reaccionar rechazando lo diferente con la excusa de que sabemos de dónde o de
quién viene. Lo más fácil entonces es juzgar, descartar, desechar tanto a las
propuestas como a las personas. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nos cuesta descubrir a Dios de
una forma tan cercana, en lo cotidiano y lo conocido. Parece como si no estuviéramos
preparados para descubrir a Dios en los otros, y aún es <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más difícil si ese otro es un vecino nuestro,
un familiar, o alguien que vive en el mismo lugar que nosotros. Sin embargo,
hemos de acostumbrarnos y aprender del Maestro, Él nos enseña que Dios está a
nuestro lado, más cerca de lo que pensamos o creemos; que a Dios no podemos, no
debemos, esperarle en un carro de fuego como pensaban sus vecinos que llegaría
el profeta Elías. Dios se encarna en la cotidianidad, en la humanidad más
cercana.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><st1:personname productid="La Iglesia" w:st="on">La Iglesia</st1:personname> ha de seguir
aprendiendo y transmitiendo a toda la humanidad que Dios no sólo está en los
cielos, que esa afirmación de nuestro credo está antes precedida por la encarnación
en la tierra. <st1:personname productid="La Iglesia" w:st="on">La Iglesia</st1:personname>
no podrá nunca ser reflejo de Cristo si no cree esto <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>profundamente y actúa en consecuencia; es
decir, si los cristianos no tratamos al prójimo como si del mismo Dios se
tratara, sabiendo y creyendo que cuando hacemos con los hermanos, actuamos con
Cristo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“No pudo hacer allí ningún
milagro…, y se extrañó de su falta de fe”</i></b>. Sí, quizás es cierto que
para eso hay que tener fe; quizás para descubrir verdaderamente a Dios en los
demás hay que tener mucha fe, pero esa es la única manera en la que Él puede
actuar entre nosotros, a través de la fe.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-22647355345072599272018-06-30T01:42:00.001-07:002018-06-30T01:42:13.297-07:00Tocar a Jesús (Mc 5, 21-43)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVC6Hh0eHQUvpwUQYCW7FXx4IIZ6achAyc8eTVF-1DoiBKCNOSMsge-P9NqpOS7KKiqXfwOzA6IZgj6dLTfwnLK9g1Dv3X_ILB5uksdlXcx81S6EtJtlIKfV34UoY4cSgAO0La1mEk-afk/s1600/tocar+a+Jes%25C3%25BAs.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="425" data-original-width="770" height="176" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVC6Hh0eHQUvpwUQYCW7FXx4IIZ6achAyc8eTVF-1DoiBKCNOSMsge-P9NqpOS7KKiqXfwOzA6IZgj6dLTfwnLK9g1Dv3X_ILB5uksdlXcx81S6EtJtlIKfV34UoY4cSgAO0La1mEk-afk/s320/tocar+a+Jes%25C3%25BAs.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Llama la atención como, tanto el jefe de la sinagoga como la
mujer enferma, “hemorroísa”, se acercan a Jesús ante la desesperación vital en
la que se encuentran. Jairo porque su hija estaba en las últimas: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Mi
hija está en las últimas”</i></b>, y la mujer que sufría hemorragias porque: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Se
había gastado toda su fortuna en médicos sin conseguir nada”</i></b>.
Desesperados sí, pero también con algo en común mayor aún que la desesperación,
la fe. La fe en Jesús hasta el punto de creer que podía devolverles la vida, la
salud que les faltaba. Y ciertamente la situación de ambos debía ser extrema
cuando uno no tiene reparos ni temores en acercarse a Jesús siendo jefe de la
sinagoga de Cafarnaúm, y la otra afronta el que pudiera ser pillada y juzgada
por saltarse la ley religiosa referente a la sangre y la mujer.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús sabe quién le ha tocado, Jesús nota que alguien se
acerca a Él de una manera distinta al mero acercamiento físico. Él nota que le
“roban” fuerza, el Espíritu sale de Jesús para acompañar a la mujer, para sanar
a través de la fe. Por supuesto que Jesús no quería dejar a la mujer en
evidencia, ni mucho menos denunciar su osadía al acercarse, sabiendo que
padecía hemorragias, y tocar el manto del maestro. Jesús quiere aprovechar ese
acto de profunda valentía y fe, esa demostración de confianza en Dios de la
mujer, para anunciar la Buena Nueva. La mujer no ha de sentirse avergonzada, no
ha de robar fuerza a Dios sino acercarse a Él con confianza y libertad, sentir
a Dios como un Padre bueno. Acercarse a Jesús no ha de ser motivo de vergüenza,
confiar en Dios ha de ser motivo para sentirse orgulloso y pregonarlo: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Mujer
tu fe te ha salvado”</i></b>. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Seguramente tenemos a nuestro lado personas que necesitan de
Dios, necesitan de nosotros, y ni siquiera nos damos cuenta. Sienten vergüenza
de sus vidas, vergüenza de su situación, sienten que van a ser juzgados o peor
aún, condenados, y prefieren llevar su pena, enfermedad o problemas en silencio
porque piensan que nadie les puede ayudar. El cristiano está en este mundo, no
para humillar sino para ayudar; no para juzgar sino para acompañar y proclamar
que Dios, Jesús, nos quiere como somos. Donde la religión judía juzga y condena,
Jesús, proclama Buena Nueva y ensalza al necesitado. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">“Vete en paz y con salud”</span></i></b><span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;">. Ambas cosas son necesarias; irse en
paz, sabiéndose salvada, e irse tranquila porque se sabe curada. Es muy
importante resaltar que Jesús no solo cura sino que también salva. Jesús actúa
primero por dentro, dignifica, y después cura, sana, acompaña…<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jairo no era discípulo de Jesús, seguramente ni siquiera
había visto muchas cosas de las que se decía que hacía Jesús, pero lo que sí es
cierto es que confiaba, creía en Jesús. A veces no nos dejamos acompañar por
Jesús, porque nos falta fe.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 12pt; line-height: 115%;"><span style="font-family: Calibri;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la Iglesia falta, muchas veces, proclamar a viva voz que
Dios no se avergüenza de ninguno de sus hijos, que Dios ama, y ama tan fuerte y
con tanta intensidad que es un amor que escandaliza; porque ninguno de nosotros,
que solemos juzgar al hermano, seremos nunca capaces de amar como nos ama Dios.</span>
<o:p></o:p></span></span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-92173885420826221322018-06-22T09:25:00.003-07:002018-06-22T09:25:48.912-07:00Vivir desde la fe (Mc 4, 35-40)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxXvtU9EA5QnkhTEQhORMm_AKtNUNF3kEE2i4lVJa_u5CYBdOUH-bBiOmKyNI1jGWNv1wqqD1KvP0UVfuQjEcXR5tZ6vzXJ-t1quNwgiXEF9nzkrPhVQJoV9ulQuitfmfhWxW3PKCxV-EW/s1600/tempestad+calmada.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="128" data-original-width="174" height="235" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxXvtU9EA5QnkhTEQhORMm_AKtNUNF3kEE2i4lVJa_u5CYBdOUH-bBiOmKyNI1jGWNv1wqqD1KvP0UVfuQjEcXR5tZ6vzXJ-t1quNwgiXEF9nzkrPhVQJoV9ulQuitfmfhWxW3PKCxV-EW/s320/tempestad+calmada.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En un afán literalista hay quién
simplemente ve el “prodigio” o milagro de la tempestad calmada de Jesús en este
pasaje como una acción extraordinaria. Quedarse sólo con lo sensacionalista o
el lado más espectacular e incomprensible de Jesús no ayuda a personalizar y
hacer nuestro, en su totalidad, este pasaje.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo importante no es si Jesús,
como Dios, mandó callar al viento y las olas y estos le obedecieron. No vamos a
ignorar que este tipo de cosas, el sentir que Jesús es Dios y que queda
“demostrado” con estas proezas, nos gustan y animan pero ciertamente esa
lectura sería simplista, reduciría a Jesús y nos alejaríamos del Cristo
encarnado y más humano. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Se levantó un fuerte huracán y
las olas rompían contra la barca hasta casi llenarla de agua”</i></b> ¿Quién no
tiene que lidiar en su día a día con pequeñas tormentas e incluso huracanes de
todo tipo? Los problemas y la forma de afrontarlos, es lo que nos recuerda que
la vida, aunque un don maravilloso, no es fácil en ciertos momentos. Lo que nos
diferencia a unos de otros, es el modo con el que afrontamos la vida, la
actitud con la que vivimos y los pilares que hemos decidido tener. Si Jesús está
en la construcción de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>nuestra vida,
también lo tiene que estar en el modo en el que resolvemos las dificultades. Su
ejemplo y modo de actuar ha de servir de ejemplo y guía, y ha de alentarnos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Él estaba en popa, dormido sobre
un almohadón”</i></b> ¿Dónde está Dios? Esta pregunta surge cada vez que no lo
sentimos en nuestro día a día, cuando nos sentimos abandonados, cuando sentimos
que da lo mismo ser cristiano o no porque la vida nos trata a todos igual ¡Y
claro que ha de ser así! Los cristianos no podemos pensar que por el hecho de
serlo, tenemos la exclusiva de la ayuda exprés de Dios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ya por el hecho de haber descubierto
a Jesús en nuestra vida somos privilegiados, pero eso no significa que tengamos
la exclusiva de la salvación.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como ocurre en el final de este
pasaje, quizás nos gustaría preguntarnos más bien: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Quién es este?”</i> Al observar que Dios nos resuelve las cosas pero,
sin embargo, a veces, sentimos que Dios “duerme”, que no se hace cargo de
nuestros problemas, que estamos a la deriva.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"> </span></o:p></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Él les dijo: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún
no tenéis fe?”</i></b>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El miedo es
completamente humano, pero si al miedo le unimos la falta de fe la ecuación es
miedo y soledad. El miedo hace que en la vida tomemos decisiones equivocadas o
que sencillamente no las tomemos. El miedo es uno de los grandes fantasmas de
nuestra vida ¿Cómo puede ser que algo que ni se ve ni se toca nos pueda hacer
temblar y pueda llegar a condicionarnos tanto? Eso es precisamente lo que
reprocha Jesús a sus discípulos, que en la balanza de la vida, a veces, gane el
miedo a la fe. Fe y miedo, ambos invisibles pero reales. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús nos anima a que,
despojándonos de nuestros miedos, vivamos desde la fe.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<o:p> </o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-58253696814516662592018-06-15T09:28:00.004-07:002018-06-15T09:28:53.106-07:00Como un grano de mostaza (Mc 4, 26-34)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_u9zNWegSBTfnmyGIkVlFJYZzYL3KZaJdy41LShJDlBIH9uFcA4kf8BdkYCjTmc7aomaO4NLhpVFpYm_1qGdEUGj9eMUJ9gd4F2EllDz8MCSJH8wV8yAKPjhCxiS4Iv0qiORLrV0WoRgZ/s1600/grano+de+mostaza.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="157" data-original-width="238" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_u9zNWegSBTfnmyGIkVlFJYZzYL3KZaJdy41LShJDlBIH9uFcA4kf8BdkYCjTmc7aomaO4NLhpVFpYm_1qGdEUGj9eMUJ9gd4F2EllDz8MCSJH8wV8yAKPjhCxiS4Iv0qiORLrV0WoRgZ/s320/grano+de+mostaza.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
se dirige a la muchedumbre. Una vez más resurge el buen maestro que lleva
dentro; para explicar algo importante se sirve de la comparación, de ejemplos y
referencias cotidianas, del día a día.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El reino
de Dios es como una semilla que germina o como un grano de mostaza”</i></b>.
Jesús explica el reino de Dios con dos parábolas. La una apoya a la otra; si
alguien no ha cogido el sentido de la primera se puede acoger a la segunda,
pero lo que Jesús no quiere es que nadie se vaya de allí sin haber entendido algo
tan importante como el sentido del reino. Y por si aún queda alguna duda se
dice al final de este texto evangélico que: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“A sus discípulos se lo explicaba
todo en privado”</i></b>. Jesús se prepara, más bien prepara a los suyos, para
que cuando ya no esté Él, sus discípulos puedan enseñar y explicar con fe, razón
y sabiduría.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“¿Con
qué podemos comparar el reino de Dios?...Con un grano de mostaza”</i></b>. A
los cristianos de hoy quizás nos resulte un poco más difícil entender del todo
el alcance o sentido de esta comparación; no era así para los vecinos de Jesús.
Pero si has tenido la suerte de observar un árbol de mostaza y después has
tenido en tus manos, como tengo yo ahora mientras escribo esta meditación, un
grano de mostaza delante de ti, puedes llegar a entender que…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
semilla del reino de Dios, el mismo reino en potencia, ya lo tienes contigo
desde el momento de tu concepción. El hecho de ser creatura de Dios hace que
portes en ti esencia, hálito, semilla de tu Creador. No lo sabes, más bien no
te das cuenta, pero está ahí y sigue su ciclo vital en ti. Si bien es cierto
que las semillas del reino en cada uno llevan ritmos distintos, también lo es
que Dios no abandona nunca a sus hijos, a ninguno de ellos, ni siquiera a los
que abandonan el campo (su propia existencia) y la semilla que llevan en ellos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hay
muchas formas de hacer germinar esa semilla; los sacramentos son el itinerario
que marcan momentos e invitan y conducen a la santidad de vida. La integración
real y comprometida en una comunidad cristiana, ayuda al cuidado serio y adulto
de la fe que facilita la floración del reino. Pero no son las únicas formas en
las que el reino puede aflorar en nuestro mundo. La práctica de la caridad con
propios y ajenos, la lucha por la justicia y la verdad en nuestro día a día son,
ya,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>formas del cuidado de esa tierra en
la que ha de hacerse real el reino.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Porque
¿Qué sería un reino de Dios de cultos, sacrificios y liturgias, pero vacío de
amor a los hermanos? ¿Qué tipo de reino de Dios es aquel en el que se riega la
tierra con sangre de hermanos mutilados por<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>no llamar a Dios de la misma manera con la que lo hacen los que,
creyéndose dueños de la tierra, mutilan a otros hermanos?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
tuvo claro que para que el reino se empezara a hacer real, antes había que
preparar la tierra. A los cristianos nos toca preparar la tierra con caridad y
justicia, y entonces se hará real y aflorará el reino de Dios que todos
llevamos dentro, como un grano de mostaza.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-58959427110202442452018-06-09T05:19:00.001-07:002018-06-09T05:19:07.419-07:00Mi madre y mis hermanos (Mc 3, 20-35)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhov2K7oWWcqzMSomLM3jbfA5BU6YYTopoTkkBlr236ZAZJraVOTFpxkiiJDyZUZdZg_gbx5D1r9tOdYA8xjMh47m_zXsmjICipGv5Qv9WYe8vpAlVgpGCUTuFGH8jzy00ZKG4bIWF-abZj/s1600/Mi-madre-y-mis-hermanos%255B1%255D.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="502" data-original-width="750" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhov2K7oWWcqzMSomLM3jbfA5BU6YYTopoTkkBlr236ZAZJraVOTFpxkiiJDyZUZdZg_gbx5D1r9tOdYA8xjMh47m_zXsmjICipGv5Qv9WYe8vpAlVgpGCUTuFGH8jzy00ZKG4bIWF-abZj/s320/Mi-madre-y-mis-hermanos%255B1%255D.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La
Palabra de hoy está llena de sorprendentes enseñanzas, buenas nuevas, nuevas
buenas noticias…</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por
un lado Jesús nos muestra ciertas relaciones ásperas con su familia, con los
que estaban más cerca de Él a nivel consanguíneo, parece ser que su propia
familia lo tenía por trastornado, poco cabal o fuera de sí… ya que estaba en boca
de los que se dedicaban a ordenar la religión del momento (fariseos y
escribas). Jesús nos muestra aquí que, en ocasiones, son más fuertes y unen más
los lazos de la amistad que los de la misma sangre; que los lazos familiares no
los eliges y debes asumirlos, pero que la amistad o la unión por la fe y
valores son elegidos y unen de manera mucho más potente. La familia no lo
critica, solo quieren alejarlo de los líos y por eso van en su busca, están
preocupados por lo que pueda pasarle, está en boca de la gente y eso no es
bueno para una familia de ámbito rural que es conocida por todos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“El
que blasfeme contra el Espíritu Santo…”</i></b>. Por otro lado Jesús deja claro
que Dios perdona y siempre está para lo que se le necesita pero que la blasfemia
y el ataque contra el Espíritu, es decir contra Él mismo, no ha de tolerarse.
Al mismo Espíritu de Dios lo acusan de estar poseído por otro espíritu maligno,
esa acusación es rechazada por el mismo Jesús con una parábola/explicación muy
sencilla que todos pudieron entender ¿Cómo es posible que el maligno haga cosas
tan buenas? ¿No estaría echando piedras contra su propio tejado? Jesús habla
por sus obras y rechaza aquellos que quieren confundir a los humildes.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Estos
son mi madre y mis hermanos”</i></b>. Dios en Jesús establece unos nuevos lazos
de consanguinidad; ahora seremos hermanos porque nos hemos elegido y no nos une
la sangre sino algo más grande, la fe en Dios.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A
Jesús no le duelen las acusaciones contra Él sino el que quieran apartarle de
los que le han elegido, los pobres y necesitados de Dios, que se acercan porque
han descubierto a Dios en medio de una sociedad de rechazo. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hemos
de cuidarnos cristianos, hemos de volver a repensar y creer en lo que nuestro bautismo
nos ha otorgado, en lo que el Espíritu nos transmitió en la pila bautismal; no
es otra cosa que el creer y practicar de verdad que todos somos hermanos y que
nuestro Padre es Dios, así de claro y sencillo; y cuanto más claro y sencillo
el mensaje, más difícil es la práctica en nuestras vidas llenas de intereses y
elitismos sociales y religiosos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El
Espíritu nos sigue invitando hoy a considerar a todos nuestros hermanos. “La
vida no se juega en la opinión de los otros, ni en la actitud que mantienen
hacia nosotros, sino en la certeza de lo que somos”.</span></div>
Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4818082421266865251.post-14891939171118602872018-06-02T10:13:00.001-07:002018-06-02T10:13:10.192-07:00Misterio de Amor (Mc 14, 12-16)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8Fu5PyyCuESDn3sd-bs-5oelqRVQ8hyphenhyphenv8Iy61CYDRJkb0QYXuUUvSJ5YwQ3FWqEwmOI-lXbR-p-XNPGOyA37b3qXroamIRnyS4aF2B0s2sghn7PVvOIiO7GcL7b3RUMXDxC9UlnU5AQcQ/s1600/Eucaristia-corpus.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="399" data-original-width="600" height="212" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8Fu5PyyCuESDn3sd-bs-5oelqRVQ8hyphenhyphenv8Iy61CYDRJkb0QYXuUUvSJ5YwQ3FWqEwmOI-lXbR-p-XNPGOyA37b3qXroamIRnyS4aF2B0s2sghn7PVvOIiO7GcL7b3RUMXDxC9UlnU5AQcQ/s320/Eucaristia-corpus.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
necesario que el hombre se posicione ante misterios como el de la Eucaristía
para que nos demos cuenta de nuestra pequeñez. De nuestra pequeñez, pero
también de nuestro atrevimiento y osadía al querer comprender del todo lo que
Cristo-Dios desvela en este Misterio. Lo que sí parece estar claro es que,
dentro del misterio de la Pascua-eucaristía, encontramos otro gran misterio
humano muy pocas veces llevado a su culmen, el gran misterio del amor hasta la
entrega de la propia vida. La entrega más extrema que un ser humano puede
hacer.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Jesús
utilizó en su cena de pascua el pan y el vino para tratar de explicarnos una
parte de dicho misterio. Era lo más lógico y didáctico; Jesús como buen
maestro-pedagogo partió de lo que ya sabían y conocían sus discípulos para
introducir un cambio, una enseñanza nueva. Una enseñanza que cambiaría el mundo
y la forma de entender a Dios y la religión (cualquier religión que sea digna
de llamarse así, y que busque realmente al Creador y no esté manipulada por
intereses humanos). </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Pero
tan cierto como que Jesús intentó ser lo más claro, didáctico y sencillo
posible en aquella cena, lo es también (y Dios sabe cuánto me cuesta decir y
reconocer esto) que hoy no hemos sabido, aún, llevar a término ese mandato de
recordarlo en ese gesto de partir y REPARTIR el pan. Nuestras eucaristías
distan mucho de la cena amistosa, cercana y en la que se todos se sentían
familia, que celebraron Jesús y sus discípulos. Si bien es cierto que en ningún
evangelio, excepto en Lucas y porque recibe la tradición de su maestro S.
Pablo, hay referencia al recuerdo en memoria de Jesús con el gesto de la cena;
ágapes o cenas que ya en tiempos de San Pablo creaban discordia y separación
entre los hermanos por la manera de celebrarlas (1 Cor 11, 20-24).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sabemos
que hay muchas cosas que tienen que cambiar dentro de la Iglesia, es normal y
necesario dentro de un grupo humano tan grande y con una tradición de tantos
siglos. El cambio es necesario para ser auténticos. Y uno de esos cambios,
todos sabemos que lo está necesitando, ha de ser para nuestra forma de celebrar
la eucaristía, nuestra liturgia, pero aún sabiéndolo no damos muchos pasos para
ello. Pensamos que cambiando algunos cantos, traduciendo a lenguas vernáculas y
reduciendo algunas oraciones y prefacios, lo tenemos todo hecho. Decimos que la
eucaristía está abierta a todo el mundo pero eso es sencillamente mentira, o al
menos si en teoría es verdad, en la práctica los que estamos cerrados somos
nosotros. Si realmente pensamos que la eucaristía es lo que nos define, en dónde
somos enviados a la misión y en donde nos entendemos como cristianos y
compartimos como una verdadera comunidad… Si realmente la eucaristía ha de ser
eso, nuestras eucaristías dominicales han de cambiar ya. No podemos sobrevivir
con unos pocos fieles, que sí, son fieles de verdad pero que poco pueden
cambiar si no les dejan o sencillamente no saben cómo hacerlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Queridos
hermanos (obispos de la Iglesia universal-católica). Nuestra eucaristía no solo
no dice mucho a la gente que está lejos de nosotros sino que tampoco les dice a
muchos hermanos que, habiendo recibido el bautismo, se sienten fuera de lugar. No
podemos estar diciendo que es la casa de todos, un lugar y una cena para todos
(también para los “Iscariotes”) y estar negando la comunión, negar a Cristo, a
diestro y siniestro. No podemos estar atemorizando a los que, aún sintiéndose
muy pecadores, sienten que tienen que ponerse en la fila de la comunión, y por
unas palabras genéricas del sacerdote quedarse sentados sin la posibilidad de
unirse físicamente a <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Cristo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es
cierto que necesitamos sínodos sobre la familia y otras cuestiones que han de
quedar claras, pero ¿No pensáis <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que urge
también una revisión seria y madura de lo es, y así poder reflejarlo con
autenticidad, el misterio identitario y la razón de ser <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del cristiano? ¿No nos convendría un “sínodo”
(cambio en la Iglesia) del misterio del Amor hasta el extremo?</span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="-ms-text-justify: inter-ideograph; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<o:p><span style="font-family: Calibri;"> </span></o:p></div>
Unknownnoreply@blogger.com0